Pando elige sus representantes para el concurso nacional de danza del Bicentenario
Tres elencos pandinos competirán por premios de Bs. 50.000 en Oruro. El evento, organizado por el Ministerio de Culturas, busca celebrar los 200 años de independencia a través de coreografías históricas. La fase departamental se realizó este 7 de junio en Cobija con ocho participantes.
«La danza como homenaje a la identidad boliviana»
Las propuestas ganadoras fueron «Héroes de Bahía», «Tierra que resiste memoria que vive» y «Pando también es Bolivia», seleccionadas por un jurado local. «El objetivo es visibilizar el talento de artistas que, mediante la danza, rinden tributo a nuestra historia», explicó Harold Moruno, del Ministerio de Culturas, durante la competencia en el Parque Piñata.
Creatividad y rigor histórico en escena
Los elencos fusionaron géneros dancísticos para representar «episodios clave y personajes que forjaron la nación». Moruno destacó la «disciplina y compromiso cultural» de los participantes, cuyas obras evocaron los 200 años de independencia.
Un jurado con peso cultural
La evaluación estuvo a cargo de figuras como Ruth Zambrana (Vicegobernación de Pando), Nelson Ugarte (artista) y Arcindo Cuellar (Gobierno Municipal de Cobija). El concurso forma parte de las actividades oficiales del Bicentenario, impulsadas por el Ministerio de Culturas, Descolonización y Despatriarcalización.
Un camino hacia Oruro
Los ganadores pandinos se unirán a los representantes de otros departamentos en la final nacional, donde competirán por tres premios de Bs. 50.000 cada uno. La iniciativa busca revalorizar la historia boliviana mediante expresiones artísticas.
Dos siglos de tradición en movimiento
El Bicentenario ha motivado múltiples actividades culturales en Bolivia, centradas en rescatar hitos y símbolos nacionales. Este certamen destaca por su enfoque en la danza como herramienta pedagógica y de preservación histórica.
El arte que une a Bolivia
La competencia refuerza el rol de la cultura como eje integrador, llevando las expresiones pandinas a un escenario nacional. Su impacto trasciende lo artístico, al fortalecer la identidad compartida en un año emblemático.