Trump intensifica su política migratoria con récord de deportaciones
ICE realizó más de 4.500 arrestos en dos días. La administración Trump implementó órdenes ejecutivas que restringen visas, matrículas universitarias y protecciones humanitarias. Las medidas, anunciadas esta semana, afectan a miles de inmigrantes en EE.UU.
«Velocidad Trump»: una semana de cambios radicales
Entre el miércoles y el jueves, ICE detuvo a más de 4.500 personas, según datos internos del Departamento de Seguridad Nacional (DHS). La cifra supera cualquier operativo previo en la historia de la agencia. «Es un cambio radical en la aplicación de las leyes migratorias», señaló Aaron Reichlin-Melnick del American Immigration Council.
Objetivo: 3.000 deportaciones diarias
Stephen Miller, asesor de Trump, impulsa una meta de 3.000 arrestos diarios, triplicando las cifras iniciales de 2025. La Casa Blanca justifica las acciones como respuesta a una «invasión de inmigrantes ilegales», según la portavoz Karoline Leavitt.
Restricciones más allá de las deportaciones
Un tribunal de Texas suspendió la matrícula estatal para estudiantes indocumentados, revocando una política vigente por décadas. Además, Trump prohibió la entrada de ciudadanos de 12 países mediante un nuevo decreto de viaje, alegando riesgos de seguridad nacional.
Universitarios en la mira
Una orden ejecutiva bloqueó temporalmente la inscripción de estudiantes internacionales en Harvard, aunque un juez federal la frenó horas después. «Es un mensaje claro: los inmigrantes no son bienvenidos», afirmó Reichlin-Melnick.
Protecciones humanitarias bajo amenaza
Tras un fallo de la Corte Suprema, medio millón de cubanos, haitianos, nicaragüenses y venezolanos perderán su estatus legal y permisos de trabajo. Julia Gelatt del Migration Policy Institute destacó que «esta administración logró eliminar protecciones que antes resistían en los tribunales».
Cuando las promesas se cumplen (con resistencia)
Desde su campaña, Trump prometió la mayor deportación masiva de la historia. Aunque jueces han cuestionado la falta de debido proceso, la Casa Blanca insiste en su postura: «Es un gran día para los estadounidenses», declaró la portavoz Abigail Jackson.
Un legado que se acelera
En su primer mandato, Trump enfrentó obstáculos judiciales para aplicar políticas migratorias. Ahora, con órdenes más pulidas y respaldo de la Corte Suprema, las deportaciones y restricciones avanzan sin pausa. Los críticos advierten sobre el impacto en comunidades migrantes, pero la administración prioriza cumplir su agenda.
Lo que viene: ¿la normalización de la «velocidad Trump»?
La Casa Blanca planea mantener el ritmo de arrestos y ampliar fondos para ICE. Mientras tanto, tribunales federales y universidades como Harvard se preparan para más batallas legales. El debate migratorio, lejos de apaciguarse, se intensifica.