Russ Vought lidera recortes federales estratégicos en Trump

El director de OMB impulsa un plan para reducir 9.000 millones del presupuesto federal, priorizando estrategias institucionales y negociaciones con el Congreso.
POLITICO

Russ Vought lidera recortes federales estratégicos en la administración Trump

El director de OMB impulsa un plan para reducir 9.000 millones del presupuesto. A diferencia de Elon Musk, Vought prioriza estrategias institucionales y negociaciones con el Congreso. Su meta es transferir poder desde Washington a gobiernos locales, según su proyecto.

«El arte de desmantelar desde dentro»

Russ Vought, director de la Oficina de Gestión y Presupuesto (OMB), combina ideología conservadora con expertise técnico. Mientras Musk fracasó al recortar solo el 10% de su meta de 2 billones, Vought avanza con “paciencia y dominio de las reglas”, según aliados. Su paquete de rescisiones, retrasado en abril, busca ahora presión política en el Senado.

Estrategia en tres actos

Vought prepara alternativas si el Congreso rechaza los recortes: impugnar legalmente gastos aprobados o usar «rescisiones de bolsillo» al finalizar el año fiscal. «No enviaré una propuesta que no avance», declaró en el programa de Steve Bannon. Sus equipos incluyen veteranos de OMB y exasesores de Heritage Foundation.

El contraste con Musk

Musk actuó «como una motosierra», según un funcionario anónimo, pero sin resultados duraderos. Vought, en cambio, negocia con líderes como el presidente de la Cámara Mike Johnson y congresistas como Byron Donalds (R-Florida), quien valora su presencia constante: «Necesitamos esa cercanía».

Raíces de un tecnócrata disruptivo

Vought trabajó 20 años en Washington, desde el Comité de Estudio Republicano hasta Heritage Action. Su obsesión por documentos presupuestarios y su perfil bajo contrastan con su meta maximalista: devolver poder a «familias, iglesias y estados», según escribió en el «Proyecto 2025».

Un dominó político en marcha

El éxito de Vought podría definir las elecciones legislativas de 2026, según exfuncionarios. Si su paquete de recortes y la desregulación avanzan, reducirían costos para ciudadanos. Un fracaso, advierten, debilitaría a los republicanos. Todo depende de su capacidad para «llevar al Congreso al ‘sí'».