Luis Arce enfrenta presión para renunciar a su candidatura
El presidente boliviano es instado a abandonar la reelección y concluir su mandato. La demanda surge en un contexto de división política y crisis institucional. Artículos de opinión entre marzo y junio de 2025 reflejan el creciente malestar.
«Renuncie a su candidatura y acabe su gestión»
El 24 de marzo de 2025, un editorial exigió al mandatario priorizar la estabilidad sobre su aspiración reeleccionista. La petición se repite en análisis posteriores, como el del 6 de junio, que cuestiona: «¿Aguantará hasta noviembre?». Los textos vinculan la incertidumbre con la fragmentación opositora y la debilidad del MAS.
Fractura opositora y calendario electoral
El 10 de enero se señaló que la disputa se centraba en Jorge «Tuto» Quiroga y Samuel Doria Medina, dejando al resto de actores en un segundo plano. Para el 6 de marzo, se anticipaba una «inminente segunda vuelta», mientras que el 2 de mayo se descartaba la reelección de legisladores como solución.
Un Estado en crisis
Desde finales de 2024, columnas como «El Estado Plurinacional en su peor momento» (30 de octubre) o «Democracia, en estado de coma» (11 de octubre) alertaban sobre la erosión institucional. En agosto, el rechazo a la reelección indefinida ya era un tema recurrente.
Raíces de la polarización
Los artículos trazan una línea temporal desde septiembre de 2024, con protestas bajo el término «Octubre negro», hasta la actualidad. La crítica a las elecciones judiciales (julio 2024) y la percepción de un «árbitro sin personalidad» (noviembre 2024) agudizaron la desconfianza en el sistema.
Un futuro por definir
La capacidad de Arce para mantenerse en el cargo y la cohesión opositora marcarán los próximos meses. Los análisis subrayan que la división política prolonga la incertidumbre, sin consensos claros sobre cómo resolver la crisis.