Evo Morales y el síndrome de hubris en líderes políticos

Análisis político revela síntomas de síndrome de hubris en Evo Morales: pérdida de contacto con la realidad e intolerancia a la crítica.
Agencia de Noticias Fides - Bolivia
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Evo Morales muestra síntomas del síndrome de hubris según análisis político

El exmandatario boliviano presenta pérdida de contacto con la realidad e intolerancia a la crítica. Un artículo analiza cómo el poder prolongado distorsionó su liderazgo, inicialmente transformador. El texto vincula su comportamiento con patrones psicológicos estudiados en otros líderes regionales.

De símbolo de justicia a prisionero de su propia imagen

Evo Morales pasó de ser «el primer presidente indígena de Bolivia» a un líder que «se ve como la única encarnación posible del proceso que inició». Según el análisis, desarrolló rasgos de narcisismo funcional: necesidad de validación constante y hostilidad ante críticas. Su entorno, al debilitar contrapesos, normalizó esta dinámica.

Los síntomas del poder prolongado

El síndrome de hubris, definido por el neurólogo David Owen, se manifiesta en Morales con: desconfianza hacia aliados, incapacidad de imaginar un rol político fuera del poder y obsesión por el protagonismo simbólico. «Sin poder, no hay reflejo; sin reflejo no hay yo», señala el texto.

Una falla colectiva, no solo individual

El artículo subraya que la idolatría social y la falta de alternancia política alimentaron el problema. «Cuando el entorno no cultiva frenos institucionales, permite que el hubris se normalice». Se menciona a otros líderes regionales, aunque el caso boliviano destaca por cómo un proyecto democrático fue «devorado» por su propio impulsor.

Lecciones desde la Grecia antigua

El texto retoma el mito griego de la hybris (desmesura) para explicar que el riesgo no es alcanzar el poder, sino creerse eterno en él. Compara a Morales con líderes históricos que no supieron retirarse a tiempo. «Los grandes liderazgos se definen por su sabiduría para irse», recalca.

El espejo roto de un liderazgo

El análisis concluye que la insistencia de Morales en permanecer en el centro del poder erosiona su legado. Advierte que, cuando el liderazgo se vuelve autorreferencial, «el riesgo no es solo estancamiento, sino regresión». El desafío, según el texto, es entender que retirarse puede ser una forma de trascendencia política.