Evo Morales defiende a dirigente que amenazó con derrocar a Arce
Enrique Mamani, aliado de Morales, fue detenido tras amenazar al presidente y al TSE. El líder evista calificó la aprehensión como «injusta» y aseguró que no silenciarán sus protestas. La tensión política escaló con bloqueos en Caracollo y Parotani.
«No nos van a silenciar»: el desafío evista al Gobierno
Evo Morales defendió al dirigente intercultural Enrique Mamani, detenido el 6 de junio en La Paz tras declarar: «Luis (Arce) estás a punto de caer». Morales tachó la aprehensión de «forzada e injusta», alegando que Mamani solo ejerció su derecho a «opinar e informar». La Policía actuó por una orden judicial previa por amenazas a vocales del TSE.
Las amenazas que desencadenaron la crisis
Mamani, secretario de la Confederación de Comunidades Interculturales, había advertido días antes a los vocales del TSE: «Si no es a las buenas, será a las malas», revelando sus direcciones. «Si algo nos pasa, el pueblo se sublevará», agregó durante una conferencia de prensa. Su audiencia de medidas cautelares sigue pendiente.
Bloqueos y respaldo radical
Pedro Llanque, otro dirigente evista, afirmó desde Caracollo (Oruro) que «la convulsión social no se detendrá». Mientras, en Parotani, simpatizantes de Morales intentaron retomar bloqueos con petardos y enfrentamientos con la Policía.
De la palabra a la acción: la escalada de tensiones
El conflicto surge en un contexto de enfrentamiento interno en el oficialismo, donde Morales y Arce mantienen pugnas por el control político. Los interculturales radicales, leales a Evo, acusan al Gobierno de «dictadura» y «abandono a los pobres».
Un pulso que no cede
La detención de Mamani profundiza la fractura en el movimiento oficialista. Mientras Morales moviliza a su base con discursos de resistencia, el Gobierno enfrenta el desafío de contener las protestas sin escalar la represión. La sombra de nuevos bloqueos y amenazas judiciales marca el escenario político.