Barry Diller analiza su éxito en internet y su legado en Hollywood

El magnate Barry Diller comparte su visión sobre la transición del entretenimiento tradicional al mundo digital, destacando hitos como Expedia y Tinder.
WIRED

Barry Diller, pionero de la TV de prestigio, revela su visión sobre el éxito en internet

El magnate detrás de Fox, Expedia y Tinder analiza su trayectoria en tecnología y su amistad con Sam Altman. En una entrevista con WIRED, el ejecutivo repasa su transición de Hollywood al mundo digital, destacando hitos como la compra de Expedia y su apuesta por aplicaciones de citas.

«La tecnología me rescató de la obsolescencia»

Diller, de 83 años, describe cómo su dominio de la información fue clave para construir un imperio digital valorado en más de 100.000 millones de dólares. «Con mi PowerBook de Apple podía hacerlo todo yo mismo», recuerda sobre sus inicios en los 90. «Devoré cada avance tecnológico», afirma sobre su gira por empresas como Microsoft y el MIT Media Lab.

Encuentros y tensiones con Steve Jobs

El libro revela su relación conflictiva con el cofundador de Apple: «El impuesto del 30% en la App Store fue un atropello». Aunque admiró su visión, criticó sus tácticas agresivas. Jobs lo invitó a unirse a Pixar, pero Diller rechazó la oferta: «No tengo aptitud para la animación».

De Hollywood al «match» digital

Como pionero en ABC y Fox, creó formatos innovadores como las películas para TV y la miniserie (ejemplo: Roots). Compara su legado con el de Netflix: «Los estudios tradicionales dejaron que les quitasen el negocio». Sobre su incursión en apps como Tinder, admite que, aunque rentables, «no igualan la emoción de crear contenido narrativo».

La conexión con Sam Altman

Diller desvela su estrecha amistad con el CEO de OpenAI, quien asesoró a Expedia en IA: «Sam es uno de mis amigos más cercanos desde antes de ser famoso». Reflexiona sobre cómo herramientas como ChatGPT hubieran revolucionado su método de aprendizaje en sus inicios.

Cuando el archivo era Google

En sus primeros años en la agencia William Morris, Diller leía manualmente contratos y archivos para entender la industria. Esa obsesión por los datos definió su estilo: «Era mi superpoder». Hoy, ve la IA como un acelerador de ese proceso, aunque advierte: «El futuro es impredecible».

Hollywood 2.0: más dinero, menos diversión

El libro retrata cómo el cine algorítmico actual genera fortunas mayores, pero «nadie se divierte como antes». Diller contrasta la magia de producir películas con la frialdad de los negocios digitales, aunque reconoce que «el dominio de los estudios tradicionales se acabó».

Un legado entre clics y celuloide

Diller simboliza la rara transición exitosa del entretenimiento clásico a la era digital. Su trayectoria ilustra cómo la adaptación tecnológica redefine industrias, desde la TV hasta los viajes online. Su reflexión final: la IA es tan disruptiva como lo fue internet, pero su impacto real aún está por verse.