Ruth Nina amenaza con impedir elecciones si no habilitan a Morales
La representante de Pan-Bol condiciona los comicios de agosto a la candidatura del expresidente. El Tribunal Supremo Electoral excluyó a su partido, mientras bloqueos persisten en Cochabamba. El TCP ratificó la inhabilitación de Morales por veto constitucional.
«No habrá elecciones si el pueblo no puede elegir a Evo»
Ruth Nina, líder de Pan-Bol, declaró este viernes que «garantiza» que no se realizarán los comicios del 17 de agosto si Evo Morales no es habilitado. «Millones de bolivianos exigen participar», afirmó, acusando al gobierno de «proscribir a las naciones indígenas». El TCP ratificó el jueves la exclusión de Morales y la cancelación de la personería jurídica de Pan-Bol por no alcanzar el 3% de votos en 2020.
Movilizaciones y bloqueos sin tregua
La ABC reportó 29 puntos de bloqueo a nivel nacional, concentrados en Cochabamba. Los manifestantes exigen la renuncia del presidente Luis Arce y califican a Andrónico Rodríguez, aliado de Morales, como «traidor de los sectores sociales». Nina advirtió: «Si hay que aguantar hasta el 17, no importa, ese día no llegará».
Un pulso entre el oficialismo y los evistas
El conflicto surge tras la ratificación del veto constitucional a Morales, quien busca postularse pese a la prohibición. El gobierno y el TSE insisten en aplicar la norma, mientras los seguidores del expresidente movilizan bases sociales. «El pueblo está en las calles», insistió Nina, vinculando la protesta a derechos electorales.
De la urnas a las barricadas
En 2020, Pan-Bol perdió su registro por bajo desempeño electoral. Morales, inhabilitado desde 2019 tras su renuncia, impulsó su partido como alternativa, pero el TCP cerró esa opción. La tensión acumulada derivó en protestas que paralizan regiones clave, con choques entre facciones del propio Movimiento Al Socialismo (MAS).
Agosto bajo incertidumbre
La amenaza de Nina y la presión callejera ponen en duda la viabilidad de los comicios. Mientras el gobierno defiende el marco legal, los evistas apuestan por la movilización para forzar cambios. El escenario queda atado a la respuesta estatal y la capacidad de negociación con los sectores leales a Morales.