Líderes mundiales preparan estrategias para reuniones con Trump

Dirigentes estudian tácticas para evitar conflictos en encuentros impredecibles con el presidente estadounidense, desde cartas reales hasta golfistas famosos.
POLITICO

Líderes mundiales preparan estrategias para reuniones con Trump

Dirigentes estudian tácticas para evitar conflictos en encuentros impredecibles. Desde cartas reales hasta golfistas famosos, analizan cómo manejar al presidente estadounidense. La reunión con Zelenskyy en 2025 marcó un precedente por su tensión pública.

«Supervivencia diplomática: el manual no escrito»

Las reuniones con Trump son «un reality show sin guion», según fuentes consultadas. Líderes como el primer ministro canadiense Mark Carney ensayaron discursos clave, mientras otros, como el sudafricano Cyril Ramaphosa, llevaron a golfistas profesionales para conectar con el mandatario. «Es su show, y hay que dejarle actuar», advierte un asesor.

Lecciones de Zelenskyy y éxitos discretos

El encuentro con el presidente ucraniano en 2025 se convirtió en una advertencia: Trump puede cambiar de tono abruptamente. En contraste, el primer ministro japonés Shigeru Ishiba elogió su «sinceridad», y Finlandia logró que revirtiera una decisión sobre rompehielos tras un partido de golf.

La fórmula: frases cortas y evitar confrontaciones

«No hables demasiado, déjale hablar» fue el consejo dado a Carney, quien evitó tensiones al repetir que Canadá «no está en venta». Brian Clow, exasesor de Justin Trudeau, resume: «Interrumpir puede ser contraproducente».

Un historial de imprevistos

Desde su primer mandato, Trump ha sorprendido a aliados con temas como un tratado fronterizo de 1908 o acusaciones sin fundamento, como el «genocidio de granjeros blancos» en Sudáfrica. Las preparaciones, aunque meticulosas, no garantizan controlar el resultado.

Diplomacia en modo improvisación

Los encuentros siguen siendo un riesgo calculado para los líderes. Algunos, como Carney, mitigan conflictos; otros, como Ramaphosa, contienen daños. La regla clave: adaptarse a un presidente que «confía más en el instinto que en los protocolos».