Demócratas reconsideran su postura ante Elon Musk tras ruptura con Trump
Elon Musk critica abiertamente al Partido Republicano y algunos demócratas plantean acercarse. La ruptura pública entre Musk y Trump reabre el debate sobre su papel en la política estadounidense. Ocurre tras años de tensiones con los demócratas, pese a su apoyo previo a Biden y Obama.
«Sin mí, Trump habría perdido»: el divorcio que cambia el tablero
Elon Musk, antes aliado clave de Trump, tachó de «abominación asquerosa» un proyecto republicano y amenazó con «despedir políticos» que lo apoyen. Trump respondió cuestionando su relación, a lo que Musk replicó en X: «Sin mí, Trump habría perdido». El distanciamiento lleva a algunos demócratas a replantear su visión del magnate como villano.
¿Redención o riesgo estratégico?
El congresista Ro Khanna (D-Calif.) aboga por «dialogar» con Musk, destacando valores compartidos como la ciencia y tecnología limpia. Ritchie Torres (D-N.Y.) ve una oportunidad: «Creo en la redención», aunque reconoce el daño previo de Musk al gobierno federal. Mientras, Liam Kerr, de WelcomeFest, defiende que cualquier acercamiento a los demócratas debilita a los republicanos.
Las voces escépticas
Greg Casar (D-Texas), líder progresista, insiste en mantener a Musk como antagonista político. Matt Bennett, de Third Way, advierte: «Un tuit bajo ketamina no prueba un cambio de corazón». Brad Schneider (D-Ill.) pide centrarse en políticas públicas antes que en figuras polémicas.
De asesor presidencial a actor impredecible
Musk pasó de ser asesor de Trump a votar por Biden en 2020 y recibir a Obama en SpaceX. Su influencia en X y su capacidad financiera lo convierten en un actor clave. Ahora, su amenaza de retirar fondos al GOP podría alterar el equilibrio en las elecciones.
¿Aliado temporal o bomba de relojería?
El acercamiento divide a los demócratas entre pragmáticos y críticos. Mientras algunos ven una ventaja táctica, otros temen que Musk reavive tensiones internas sobre el trato a los multimillonarios. Su próximo movimiento podría influir en las elecciones, pero su historial sugiere impredictibilidad.