Perplexity alcanza 650 millones de búsquedas mensuales y negocia con Samsung
La startup de IA busca una valoración de 18.000 millones de dólares. Su CEO defiende los «agentes inteligentes» como futuro de la web, pese a críticas por errores y acusaciones de plagio. La compañía ya está preinstalada en móviles Motorola y colabora con PayPal.
«Los agentes son la aplicación definitiva para todo»
Aravind Srinivas, CEO de Perplexity, afirma que la clave está en que la IA ejecute acciones, no solo responda preguntas. La empresa lanzará un navegador propio y asistentes para iOS/Android. «La precisión y la confianza son nuestra prioridad», insiste, aunque reconoce que los errores persisten.
Alianzas estratégicas
Motorola ya incluye su asistente en los Razr Ultra, y PayPal permite compras mediante su IA. Bloomberg revela negociaciones con Samsung para preinstalar el servicio. Perplexity no confirmó el dato, pero destacó que «acercar IA confiable a millones de usuarios es nuestro objetivo».
Polémicas y desafíos técnicos
Forbes acusó a la plataforma de plagiar artículos y generar información falsa. Srinivas responde que mejoran «constantemente» la fiabilidad. Sobre la integración con apps, admite limitaciones: «iOS y Android restringen el acceso a terceros, pero trabajamos con APIs disponibles».
La batalla por el control del navegador
Srinivas critica que OpenAI pueda interesarse en Chrome si Google es obligado a venderlo: «Sería un desastre para la web abierta». Sugiere que solo Meta o Microsoft podrían gestionarlo, pero duda de sus capacidades. Perplexity prefiere centrarse en su propio navegador.
De buscador a asistente personal
Fundada en 2022, Perplexity creció como alternativa a Google, combinando IA generativa y búsquedas. Su modelo enfrenta demandas por derechos de autor, pero su expansión a dispositivos móviles y comercio electrónico marca su nueva fase.
Automatizar lo cotidiano
El CEO anticipa que los agentes simplificarán tareas como organizar reuniones o resumir redes sociales. Compara su evolución con los coches autónomos: «Al principio no funcionaban, ahora son habituales». La clave, dice, es que los usuarios corrijan los fallos para entrenar al sistema.