Ciclistas reclaman más infraestructura en Santa Cruz ante el aumento de usuarios
El uso de la bicicleta crece como transporte sostenible y saludable. Aunque la ciudad tiene condiciones ideales por su topografía plana, faltan ciclovías, señalización y seguridad. La escasez de combustible y los paros cívicos impulsaron su adopción.
«Para pedalear aquí hay que ser valiente»
Daniel Lijerón, asesor del Concejo Municipal y ciclista desde hace 10 años, destaca que la normativa reconoce a la bicicleta como vehículo, pero falta control. «Pedalear 10 km diarios cuatro días a la semana ahorra 1.500 euros anuales en salud y reduce emisiones de CO2», afirma. Más ciclistas significan mejor calidad del aire.
Desafíos diarios
Mauricio Quiroz, periodista y usuario habitual, describe el pedaleo como una experiencia que combina «disfrute, desafío y precaución». Usa rutas alternas para evitar riesgos, ya que las ciclovías existentes están «tapadas, mal señalizadas o abandonadas». Reclama biciparqueos en supermercados y zonas concurridas.
Un terreno con potencial desaprovechado
Santa Cruz de la Sierra tiene clima cálido y avenidas arboladas, ideales para ciclistas. Sin embargo, la falta de intermodalidad (combinar bici con bus o tren) y la invasión de carriles por motorizados limitan su desarrollo. Durante la pandemia y los paros, su uso se consolidó como alternativa.
Pedaleando hacia un futuro más verde
En el Día Mundial de la Bicicleta (3 de junio), el Concejo impulsó un proyecto de ley para promover su uso. Los ciudadanos esperan que las autoridades prioricen infraestructura segura, mientras siguen adaptándose al caos vehicular con ingenio y resiliencia.