DeSantis pierde influencia en Florida tras año de conflictos políticos

El gobernador choca con legisladores y aliados abandonan su gobierno. La falta de acuerdos presupuestarios y disputas internas revelan su debilitamiento. Su futuro político tras 2026 sigue incierto.

«Un año infernal para el otrora estrella conservadora»

Ron DeSantis, gobernador de Florida, enfrenta una crisis de liderazgo tras su fallida campaña presidencial en 2024. «Ya no tiene control férreo sobre la política estatal», señalan analistas. Su enfrentamiento con el presidente de la Cámara estatal, Daniel Pérez, y la salida de aliados clave han paralizado nombramientos y proyectos.

Batallas internas y desgaste

DeSantis mantiene roces con el Legislativo, que rechazó parte de sus nombramientos y agendas. La investigación sobre la fundación vinculada a Hope Florida, iniciativa de su esposa Casey, aumentó las tensiones. «No hay plan. Solo hay caos», declaró un lobista de Tallahassee.

Futuro incierto y vacíos de poder

El gobernador, que no puede reelegirse en 2026, no ha respaldado a ningún candidato para su sucesión, incluido el congresista Byron Donalds, apoyado por Donald Trump. Tampoco ha designado vicegobernador tras la salida de Jeanette Nuñez. Su esposa evalúa una candidatura, pero no ha tomado decisiones.

De héroe pandémico a gobernador en retirada

DeSantis saltó a la fama nacional por su manejo del COVID-19 y sus batallas culturales, pero su influencia se erosiona. Aunque sigue popular entre votantes republicanos, su incapacidad para imponer su agenda y el éxodo de colaboradores reflejan su declive.

Florida espera un presupuesto en medio del caos

Las negociaciones presupuestarias continúan tras meses de bloqueos. Legisladores acordaron un marco general, pero DeSantis criticó la demora. «Si algo prueba que ya no controla el estado, es esto», afirmó un insider republicano. Su legado dependerá de cómo cierre su mandato.