Wispr Flow lanza app de dictado en iOS con soporte para 100 idiomas
La startup compite con gigantes como Meta y Google en tecnología de voz. La aplicación, gratuita hasta 2.000 palabras semanales, funciona incluso en entornos con mala conexión. Ya está disponible para Windows, Mac y ahora iOS, con versión Android prevista para este año.
«Dictar como si hablases con una persona»
Wispr Flow busca diferenciarse con un sistema que aprende del usuario y mejora con el uso. Su cofundador, Tanay Kothari, destacó que la app corrige automáticamente nombres y términos técnicos. «Incluso reconoce susurros», añadió. El periodista de TechCrunch que probó la herramienta confirmó su precisión frente a alternativas como Siri o Alexa.
Modelo de negocio y competencia
La startup ofrece un plan ilimitado por 12 dólares mensuales y ha recaudado 26 millones de dólares de inversores como NEA y Palo Alto Networks. Aunque rivaliza con apps como Aqua o Talktastic, Kothari confía en que su equipo de ingeniería y la inversión continua marcarán la diferencia. La conversión a premium alcanza el 19%, con un crecimiento anual del 60% en ingresos.
De wearable a software multiplataforma
El proyecto nació como un dispositivo portátil para dictado silencioso, pero en julio de 2024 la compañía cambió su estrategia hacia aplicaciones. La versión para Mac se lanzó meses después, seguida por la de iOS, que incluye un teclado numérico y de símbolos integrado.
La voz gana terreno en la era de la IA
Empresas como OpenAI o Anthropic han impulsado interfaces de voz para sus asistentes de IA. Wispr Flow llega en un momento de creciente demanda de herramientas que convierten habla en texto con precisión multilingüe. Su próximo objetivo es añadir funciones colaborativas para entornos empresariales.
¿Reemplazará el dictado a los teclados?
La app demuestra avances significativos en reconocimiento de voz, pero su adopción masiva dependerá de la adaptación de los usuarios. El lanzamiento en Android y las mejoras en personalización podrían consolidar su posición frente a los gigantes tecnológicos.