Meta compra energía nuclear de planta en Illinois hasta 2047

Meta adquiere derechos de energía limpia de la planta nuclear Clinton en Illinois, asegurando su operación hasta 2047 y reduciendo su huella de carbono.
TechCrunch

Meta compra energía nuclear de planta en Illinois hasta 2047

La empresa pagará miles de millones por los derechos de energía limpia de una central nuclear. El acuerdo con Constellation Energy garantiza la operación de la planta de Clinton, evitando su posible cierre. Meta no usará la electricidad directamente, pero reducirá su huella de carbono.

«Un acuerdo contable para el clima»

Meta adquirió los «atributos de energía limpia» de la planta Clinton, de 1.1 gigavatios, aunque la electricidad seguirá alimentando la red local. «No reduce emisiones, pero evita que aumenten», explica el comunicado. La transacción, de valor no revelado, permitirá a Constellation renovar la licencia de la planta hasta 2047 sin subsidios estatales.

El rescate de la energía nuclear

La planta estuvo cerca de cerrar en 2017 por la competencia del gas natural, pero subsidios de Illinois la mantuvieron operativa. Con los apoyos expirando en 2027, el acuerdo con Meta asegura su continuidad. Constellation ya planeaba extender su licencia antes del pacto, pero ahora evita recurrir a tarifas de usuarios.

La obsesión de las tecnológicas por la fisión

Meta y otras grandes empresas tecnológicas están invirtiendo en energía nuclear para alimentar sus centros de datos y compensar emisiones. La compañía recibió 50 propuestas para construir nuevas plantas en EE.UU., tras anunciar en 2025 su interés por generar hasta 4 gigavatios. Microsoft también firmó un acuerdo similar con Constellation en 2024.

Cuando el gas natural casi acaba con la fisión

La energía nuclear enfrentó un declive por los bajos costes de la solar, eólica y gas. Pero el auge de la IA y la computación en la nube revivió su demanda. Las tecnológicas buscan fuentes estables y limpias, lo que ha impulsado inversiones en reactores.

Un futuro atómico (y corporativo)

El pacto consolida a Meta como actor clave en la transición energética, aunque con fines de compensación climática. La planta de Clinton seguirá operando dos décadas más, pero su sostenibilidad dependerá de este modelo de financiamiento privado.