TAE Technologies recauda 150M para reactor de fusión

Google y Chevron respaldan la ronda de financiación de TAE Technologies, que busca comercializar energía de fusión en la década de 2030.
TechCrunch

TAE Technologies recauda 150 millones de dólares para su reactor de fusión

Google y Chevron respaldan la ronda de financiación. La empresa, con casi 30 años de trayectoria, ha acumulado 1.800 millones de dólares en inversiones. Su objetivo es lograr plasmas a 1.000 millones de grados para comercializar energía en la década de 2030.

«Un paso clave hacia la fusión comercial»

TAE Technologies anunció esta semana una nueva inyección de capital de 150 millones de dólares, con participación de Google, Chevron y New Enterprise Associates. Según PitchBook, es la duodécima ronda de financiación de la compañía, que suma ya 1.800 millones de dólares recaudados.

Simplificando el reactor

La empresa, antes llamada Tri Alpha Energy, desarrolló inicialmente un reactor que lanzaba dos bolas de plasma y las estabilizaba con haces de partículas. En abril, anunció que ya no necesita ese sistema dual, lo que reduce costes y tamaño del dispositivo. «Ahora formamos y calentamos el plasma con los haces directamente», explicó la compañía.

El papel de la inteligencia artificial

Google colabora con TAE desde 2014, aplicando aprendizaje automático para optimizar los ajustes del reactor. El CEO Michl Binderbauer destacó en 2022 que la IA redujo el tiempo de experimentación de dos meses a horas. Actualmente, el reactor alcanza 70 millones de grados Celsius, pero necesita llegar a 1.000 millones para ser comercial.

De la investigación a la red eléctrica

Fundada en los años 90, TAE operó en secreto durante años perfeccionando su tecnología. Su diseño se basa en campos magnéticos autogenerados por el plasma, similar a un «cigarro hueco». Binderbauer confirmó que buscan otros 50 millones de dólares antes de cerrar la ronda este verano.

Energía para la próxima década

TAE prevé conectar su reactor a la red eléctrica a principios de los años 2030. Si logra estabilizar plasmas a temperaturas extremas, podría marcar un hito en la energía limpia. Sin embargo, el camino sigue siendo largo y costoso, como admiten los inversores.