Vocales del TSE solicitan medidas cautelares a la CIDH por amenazas
Los siete vocales electorales denuncian hostigamientos y riesgo inminente. La petición formal se presenta ante el aumento de intimidaciones físicas y simbólicas vinculadas al proceso electoral. Incluye protección para sus familias.
«Que muera el vocal»: la escalada de violencia
Los vocales de la Sala Plena del Tribunal Supremo Electoral (TSE) detallaron amenazas directas, como la identificación pública de sus domicilios por parte del dirigente Enrique Mamani: «Tenemos identificado al señor Hassenteufel… si no es a las buenas será a las malas». También registraron quema de muñecos con sus efigies en La Paz y Oruro.
Familias en riesgo
El documento enviado a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) advierte que las medidas de protección policial vigentes desde el 16 de mayo son insuficientes. Mencionan un explosivo detonado cerca de la casa de un vocal en Cochabamba, lo que evidencia un patrón similar a los ataques postelectorales de 2019.
Elecciones bajo presión
El TSE vincula las amenazas a la tensión política por las candidaturas, especialmente tras la advertencia de grupos afines al MAS de «no permitir elecciones» si no inscriben a Evo Morales. Los vocales subrayan que el hostigamiento compromete la independencia del órgano electoral.
Un pasado que se repite
En 2019, tras la crisis postelectoral, se incendiaron sedes de tribunales departamentales. El TSE alerta que el actual escenario podría derivar en ataques físicos contra los vocales, dado el incremento de acciones simbólicas y declaraciones públicas que incitan a la violencia.
La democracia en la cuerda floja
La CIDH deberá evaluar la solicitud mientras Bolivia enfrenta un proceso electoral marcado por presiones. La resolución podría influir en la garantía de condiciones mínimas para el ejercicio imparcial de las funciones electorales.