Space Forge recauda 30 millones para fabricar chips en el espacio
La startup británica desarrolla materiales para semiconductores en órbita. Su tecnología aprovecha la microgravedad para crear cristales más eficientes, con aplicaciones en telecomunicaciones y defensa. La ronda fue liderada por el Fondo de Innovación de la OTAN.
«Fabricar en el espacio no es ciencia ficción»
Space Forge, con sede en Cardiff (Gales), ha recaudado 22,6 millones de libras (unos 30 millones de dólares) en una Serie A. Su objetivo es producir obleas para chips en el espacio, donde la microgravedad reduce defectos en los cristales, mejorando su rendimiento. «Es viable desde los años 70, pero ahora escalamos la tecnología», afirmó el CEO Joshua Western.
Aliados estratégicos
El Fondo de Innovación de la OTAN lideró la inversión, junto al fabricante de defensa Northrop Grumman. Los materiales tienen usos duales: desde 5G hasta sistemas cuánticos y militares. La startup ya colabora con BT para reducir el consumo energético en torres de telecomunicaciones.
«El paraguas espacial» que trae los materiales a la Tierra
Space Forge desarrolló un sistema de retorno inspirado en Mary Poppins: «Desplegamos una estructura tipo paraguas que flota hasta el suelo», explicó Western. También creó Pridwen, un escudo térmico, y Fielder, una red acuática para aterrizajes suaves. La Agencia Espacial Europea y la británica apoyan estos proyectos.
Expansión en Europa
La empresa abrió una sede en las Azores (Portugal) para facilitar el retorno de satélites. Busca consolidar una infraestructura europea ante la dependencia actual de semiconductores asiáticos. «Necesitamos suministros locales y sostenibles», destacó Daria Saharova, inversora de World Fund.
De Cornwall a «El despertar de la forja»
El primer intento de Space Forge fracasó en 2023 cuando el cohete de Virgin Orbit explotó tras seis minutos. Con los nuevos fondos, preparan el lanzamiento de ForgeStar-1, una nave demostradora, y su misión bautizada como «El despertar de la forja».
Materiales del futuro, hoy en órbita
La startup combina investigación histórica con tecnología punta para enfrentar la escasez global de chips. Su éxito dependerá de reducir costes y probar que los cristales espaciales superan a los terrestres en aplicaciones comerciales.