Defensa autoriza uso de militares en protestas si desbordan orden

El gobierno boliviano advierte que las Fuerzas Armadas intervendrán si las protestas convocadas por evistas y gremiales amenazan la estabilidad democrática o el proceso electoral.
El Deber

Defensa autoriza uso de militares si protestas desbordan el orden democrático

El ministro Novillo advierte que Arce actuará con las FFAA para proteger la institucionalidad. La medida responde a las movilizaciones convocadas desde este lunes por evistas, transportistas y gremiales en La Paz. El Gobierno garantiza el derecho a protesta, pero exige que no se afecte a terceros.

«El bien mayor es la paz social»

Edmundo Novillo, ministro de Defensa, declaró este domingo que el Alto Mando Militar evaluará intervenir si las protestas «ponen en riesgo la estabilidad política o el proceso electoral». Subrayó que toda acción se enmarcará en la Constitución, aunque advirtió: «Corresponde actuar al Estado cuando se transgreden derechos».

Los actores del conflicto

Evo Morales instruyó a sus bases trasladarse a La Paz para «otra batalla», exigiendo la renuncia de Arce por «proscribir al MAS». Paralelamente, gremiales de El Alto y transportistas protestan por el alza de precios en la canasta familiar y el desabastecimiento de combustible, tras los bloqueos a YPFB.

Reacción gubernamental

El Ejecutivo aseguró que manejará la crisis «con prudencia y legalidad», evitando una «espiral de violencia». Mientras, el ministro Del Castillo asumió la campaña electoral tras la renuncia de Arce a la reelección, buscando revertir la crisis de imagen.

Antecedentes: Una crisis multicausal

El conflicto surge en un contexto de tensiones políticas entre Arce y Morales, agravado por la crisis económica. La ANH reportó esta semana el decomiso de 120.000 litros de combustible ilegal, evidenciando desabastecimiento. Las protestas coinciden con el inicio del proceso electoral de agosto, donde el MAS enfrenta divisiones internas.

¿Hacia un punto de inflexión?

La advertencia de Defensa marca un límite ante el escalamiento de las movilizaciones. El éxito de las medidas dependerá de su aplicación proporcional, en un escenario donde confluyen demandas sociales, disputas partidistas y presión económica.