Secretario de Defensa de EE.UU. advierte que la amenaza china es «inminente»
Pete Hegseth instó a aliados asiáticos a aumentar el gasto militar durante su intervención en el Diálogo Shangri-La en Singapur. Alertó sobre las consecuencias de un posible ataque chino a Taiwán y reforzó el compromiso estadounidense en la región.
«No hay razón para endulzarlo: el peligro es real»
El secretario de Defensa estadounidense, Pete Hegseth, declaró ante líderes asiáticos que la amenaza militar china podría materializarse pronto, especialmente contra Taiwán. «Cualquier acción china tendría consecuencias devastadoras«, advirtió durante su primer discurso en el foro de seguridad. La advertencia llega tras los llamados de Donald Trump para que los aliados asuman mayor responsabilidad en su defensa.
Presión a los aliados
Hegseth criticó el bajo gasto militar de algunos países asiáticos y exigió que sigan el ejemplo de Europa, donde la administración Trump impulsa invertir el 5% del PIB en defensa. «Insistimos en que nuestros aliados hagan su parte«, afirmó, aunque reconoció que estos diálogos suelen ser «incómodos». Australia, Japón y Corea del Sur ya han incrementado sus inversiones recientemente.
Cambio de estrategia estadounidense
El secretario destacó que EE.UU. prioriza ahora su frontera con México, reduciendo despliegues en el extranjero. «La disuasión creíble comienza en casa«, afirmó. Sin embargo, prometió apoyo continuo en el Indo-Pacífico, mientras instaba a Europa a asumir su propia seguridad para liberar recursos estadounidenses.
Un mensaje con antecedentes claros
El discurso refleja la política de la administración Trump: exigir mayor autonomía a los aliados y priorizar acuerdos bilaterales mutuamente beneficiosos. Previamente, el vicepresidente JD Vance había rechazado imponer valores democráticos, mientras Trump redujo la presencia militar global en su gira por Arabia Saudí.
El equilibrio regional pendiente de una respuesta
Las declaraciones tensionarán las relaciones con aliados asiáticos, pese a los avances en submarinos nucleares (Australia) y ventas de armamento (Corea del Sur). La eficacia de la estrategia dependerá de la capacidad de los países para adaptarse a las exigencias estadounidenses en un escenario de creciente amenaza china.