Jefe de la Policía del Capitolio de EE.UU. se retira tras gestionar crisis post ataque
Thomas Manger deja el cargo tras cuatro años liderando una fuerza bajo escrutinio político. Asumió tras el asalto del 6 de enero de 2021, enfrentando divisiones partidistas y aumento de amenazas a legisladores. Su salida ocurre mientras la institución solicita un presupuesto récord de $967.8 millones para 2026.
«No es útil decirle al Congreso qué pensar»
Manger, de 70 años, evitó debates políticos sobre el ataque al Capitolio, pero defendió a sus agentes frente a indultos a insurgentes. Criticó el perdón de Donald Trump a participantes del 6-E como «una bofetada a los policías» y rechazó un acuerdo millonario con la familia de Ashli Babbitt, muerta durante el asalto.
Memoria dividida
El jefe evitó pronunciarse sobre una placa conmemorativa a los agentes del 6-E, almacenada desde 2022. «Es un tema muy político», admitió, pidiendo «terreno común» en un Congreso donde republicanos controlan la Cámara Baja.
Amenazas récord y recursos limitados
La Policía del Capitolio registró 9,400 amenazas a legisladores en 2024, muchas requiriendo escoltas temporales. Manger alertó que la falta de fondos obliga a «quitar recursos de un lado para otro». Su solicitud de $967.8 millones busca cubrir inteligencia y seguridad nacional.
Un legado de equilibrios
Manger heredó un departamento traumatizado tras el 6-E, con agentes lesionados y una misión ampliada. Gestionó bajo tres comités de supervisión y líderes partidistas, en un rol que definió como «único y muy desafiante» comparado con fuerzas municipales.
El futuro sin Manger
Su sucesor enfrentará tensiones presupuestarias y políticas, con un Congreso dividido. El jefe saliente advirtió que recortes afectarían la respuesta a amenazas, dejando al Capitolio en riesgo. La Junta de la Policía —integrada por funcionarios del Senado y la Cámara— elegirá al reemplazo.