Bluesky supera los 34 millones de usuarios y expande su red

Bluesky, la red social descentralizada, alcanza 34.6 millones de usuarios y avanza en su modelo de protocolo abierto AT, permitiendo interoperabilidad entre aplicaciones.
WIRED
Retrato en blanco y negro de una persona con cabello rizado.
Una imagen en blanco y negro de una persona mirando directamente a la cámara con expresión neutral.

Bluesky supera los 34 millones de usuarios y expande su red social descentralizada

La plataforma, creada como alternativa a Twitter, ya tiene 34,6 millones de usuarios. Su CEO, Jay Graber, explica cómo el protocolo abierto AT permite integrar múltiples aplicaciones. Bluesky se posiciona como un ecosistema modular frente a las redes tradicionales.

«Un pasaporte digital para toda la red social»

Graber destaca que Bluesky no es solo una app, sino un protocolo compartido. «Nadie termina de entender que esta podría ser la última identidad social que crees», afirma. El sistema permite migrar seguidores y contenido entre aplicaciones como Skylight (similar a TikTok) y la propia Bluesky. La interoperabilidad es clave.

Modelo de negocio y próximos pasos

La compañía planea lanzar suscripciones y mercados para creadores, evitando inicialmente publicidad intrusiva. Graber confirma que las herramientas de verificación y comunidades llegarán a finales de 2025. Actualmente, terceros como SkyFeed permiten crear feeds temáticos fuera de la app oficial.

De experimento de Twitter a refugio progresista

Nacida en 2019 como proyecto interno de Twitter bajo Jack Dorsey, Bluesky se independizó tras la compra por Elon Musk. Atrajo a usuarios progresistas y medios tradicionales, como WIRED, que reporta mayor tráfico desde esta plataforma. Su protocolo AT, inspirado en principios de Web3 pero sin blockchain, prioriza la autogestión de datos.

Un ecosistema en construcción

Bluesky aspira a ser la base de una red social fragmentada pero interconectada, donde cada app defina sus normas. 25 empleados gestionan el crecimiento, mientras desarrolladores externos expanden el ecosistema. La apuesta: democratizar la infraestructura digital sin depender de un algoritmo único.