Republicanos atacan la independencia de la GAO, agencia auditora federal
La Oficina de Responsabilidad Gubernamental (GAO) enfrenta presiones políticas sin precedentes. Legisladores republicanos y el gobierno de Trump cuestionan sus fallos legales y autonomía. La agencia, creada hace un siglo, investiga malversación y abusos en el gobierno federal.
«La GAO no tiene autoridad»: el asalto republicano
Republicanos en el Senado y la Casa Blanca están desafiando abiertamente las conclusiones legales de la GAO. El líder de la mayoría republicana, John Barrasso, declaró que la agencia «no tiene ningún papel» en decisiones legislativas. Mientras, el director de Presupuesto, Russ Vought, tachó sus hallazgos de «cosas sin consecuencias».
Acciones concretas contra la GAO
El Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), dirigido por Elon Musk, intentó enviar un equipo de reducción de personal a la GAO, pese a que la agencia depende del poder legislativo. Además, el Senado ignoró un dictamen de la GAO al eliminar exenciones ambientales para California.
Un siglo de imparcialidad en peligro
La GAO, fundada en 1921, es la principal auditora del gobierno federal. Proporciona análisis no partidistas y evalúa programas a petición del Congreso. Su actual director, Gene Dodaro, defiende su neutralidad: «Respondemos preguntas, no influimos políticamente».
Repercusión para los ciudadanos
Si la GAO pierde autonomía, se debilitaría el control sobre el uso de fondos públicos. La agencia investiga actualmente 39 casos de posible retención ilegal de fondos, incluidos programas de infraestructura para vehículos eléctricos.
De aliada a enemiga
La GAO ha emitido más de 20 informes solicitados por republicanos en tres décadas. Sin embargo, ahora senadores como Mike Lee la acusan de «perder credibilidad» y actuar «fuera de su mandato».
Un futuro incierto para la supervisión federal
El conflicto amenaza el rol histórico de la GAO como árbitro neutral. Su capacidad para investigar abusos podría verse limitada si el gobierno de Trump decide destituir a su director, como ya hizo con otros funcionarios independientes.