Universidad de Florida elige a Santa Ono como presidente pese a críticas
El líder de la Universidad de Michigan asumirá tras comprometerse con las reformas educativas de DeSantis. La junta directiva votó por unanimidad este martes, aunque sectores conservadores cuestionan su historial en programas DEI.
«Un voto unánime entre polémica»
Santa Ono, actual presidente de la Universidad de Michigan, fue elegido este martes para dirigir la Universidad de Florida (UF) tras un proceso secreto que generó rechazo en grupos conservadores. Ono prometió alinear su gestión con las reformas del gobernador Ron DeSantis, que eliminaron programas de Diversidad, Equidad e Inclusión (DEI). «Algunas declaraciones pasadas no reflejan lo que creo hoy», admitió.
Apoyo y resistencias
La junta de UF defendió la elección, destacando que Ono deja una institución con menor presupuesto en investigación para unirse a su proyecto de convertirse en la principal universidad pública del país. Rahul Patel, vicepresidente de la junta, lo calificó como «un líder visionario». Sin embargo, el congresista Greg Steube (republicano y exalumno) acusó a Ono de tener «políticas woke» y pidió bloquear su confirmación.
El peso de las reformas DeSantis
Ono aseguró que no frenará los cambios impulsados por DeSantis, quien ha reestructurado la educación superior en Florida. «El estado demuestra que se puede elevar la excelencia académica sin adoctrinamiento ideológico», declaró. El gobernador, aliado del presidente de la junta de UF, Mori Hosseini, evitó comentar directamente pero respaldó el proceso de selección.
Entre campeonatos y señales políticas
Ono llega tras la abrupta renuncia del ex presidente Ben Sasse, cuestionado por su gestión. Su perfil combina experiencia académica (fue rector en Cincinnati y British Columbia) y deportiva: prometió ganar un cuarto título nacional en fútbol y baloncesto para UF, que ya logró su tercer campeonato en básquet esta primavera.
¿Confirmación o nuevo frente?
La junta estatal del sistema universitario debe ratificar el nombramiento, usualmente un trámite. Pero la presión de figuras como el senador Rick Scott, que pidió investigar las objeciones sobre Ono, podría prolongar la controversia. El debate refleja la polarización en la educación superior estadounidense, donde Florida se ha convertido en laboratorio de políticas conservadoras.