Emprendedoras bolivianas expanden negocios desde casa

Tres casos de éxito en Santa Cruz demuestran cómo mujeres combinan redes sociales y flexibilidad horaria para crecer sus negocios domiciliarios.
El Deber

Emprendedoras bolivianas expanden sus negocios desde casa en Santa Cruz

Tres casos de éxito demuestran el crecimiento del emprendimiento domiciliario. Jóvenes aprovechan redes sociales y flexibilidad horaria para generar ingresos, combinando estudios, maternidad y trabajo formal. Reportado hoy por EL DEBER.

«De la cocina al mercado: la receta del éxito»

Emprendedoras cruceñas transforman sus hogares en centros de producción y venta. El 90% de sus clientes son mujeres jóvenes o madres, según los casos analizados. Utilizan TikTok, WhatsApp y Marketplace como canales principales, evitando costos de locales físicos. «La tecnología nos da facilidad para crecer», afirma Fabiana Chávez de Odisea.

Historias que inspiran

Mafer (27 años) vende ropa infantil en TikTok tras identificar el nicho de madres. Realiza transmisiones nocturnas para adaptarse a sus horarios. Qué Buena Galleta, creado por Franchesca y Fabiana, pasó de vender 15 galletas diarias a abastecer 20 puntos de venta. Adquirieron horno industrial gracias al crecimiento.

Obstáculos sobre la mesa

La inestabilidad del dólar y el algoritmo cambiante de las plataformas son retos constantes. Fabiana Chávez descartó abrir tienda física por la crisis económica: «No sería rentable». Pese a ello, mantienen grupos de WhatsApp con clientas fieles y optimizan logística desde sus viviendas.

Semillas de un fenómeno social

La pandemia impulsó los negocios domiciliarios en Bolivia, especialmente en Santa Cruz. Jóvenes como Fabiana iniciaron vendiendo alimentos en colegios o durante la cuarentena. Hoy, el 70% de los emprendimientos analizados surgieron entre 2020 y 2024, según EL DEBER.

El futuro se cocina en casa

Estos casos reflejan la adaptación a limitaciones de tiempo y recursos. La profesionalización (desde quintales de insumos hasta equipos industriales) marca su evolución. Su impacto económico local crece, aunque dependen de la estabilidad digital y cambiaria para sostenerse.