Republicanos de California ven en Kamala Harris su oportunidad para gobernador
Los republicanos consideran a Harris como el rival ideal para activar su base y donantes. Aunque California es un estado mayoritariamente demócrata, los conservadores creen que su posible candidatura podría nacionalizar la carrera y darles visibilidad. Harris aún no ha confirmado si competirá en 2026.
«Kamala Harris encarna los fracasos del pasado»
Los republicanos están actuando como si Harris ya fuera candidata, usándola como símbolo de lo que llaman «gobierno fallido demócrata». Steve Hilton, comentarista conservador, y Chad Bianco, sheriff de Riverside, han centrado sus campañas en atacar su historial, especialmente en justicia penal. «Ella es la que menos representa cambio», afirmó Hilton.
Estrategia republicana: nacionalizar la elección
Los candidatos republicanos buscan replicar la táctica usada contra figuras como Nancy Pelosi, aprovechando el rechazo que genera Harris en la base conservadora. Dave Gilliard, consultor republicano, señaló que su presencia podría atraer donantes nacionales dispuestos a «dar otro golpe» a la exvicepresidenta. Incluso se especula con que Elon Musk, crítico de Harris, podría reingresar al financiamiento político.
Ventajas y riesgos para Harris
Aunque Harris tiene reconocimiento de nombre y un gran fondo de campaña, los republicanos destacan su bajo desempeño en 2024 frente a Trump en condados clave. Bianco argumentó que muchos votos fueron «en contra de Trump, no a favor de Harris». Sin embargo, los demócratas descartan que un republicano pueda derrotarla, incluso si atrae más recursos.
California: un campo de batalla desigual
El estado sigue siendo un bastión demócrata, donde Harris ganó con el 59% de los votos en 2024. Pero los republicanos insisten en que el descontento con las políticas de Trump y el declive percibido del estado bajo dominio demócrata podrían darles una oportunidad, aunque sea simbólica.
Una victoria pírrica en el horizonte
Incluso si Harris gana fácilmente, los republicanos esperan usar la campaña para amplificar su mensaje contra el partido demócrata. Como dijo el consultor Kevin Spillane: «Ella tiene chance de quedar en ridículo, incluso si gana». La carrera, sin embargo, sigue siendo una apuesta arriesgada para el GOP.