Nicușor Dan asume la presidencia de Rumanía en medio de crisis económica
El nuevo mandatario enfrenta un déficit del 7.5% del PIB y pérdida de confianza democrática. Asume este lunes tras vencer al ultraderechista George Simion. Deberá formar un gobierno estable con partidos proeuropeos para evitar rebajas crediticias.
«Un malabarismo infernal desde el día uno»
Nicușor Dan, exalcalde independiente de Bucarest, promete recortar el déficit fiscal y negociar con la UE, pero su gobierno podría ser minoritario si el Partido Socialdemócrata (PSD) se niega a colaborar. «Rumanía arriesga una rebaja de rating soberano y está bajo procedimiento por déficit excesivo de la UE», advierte Elena Calistru de la ONG Funky Citizens.
Prioridades urgentes
El país de 19 millones de habitantes necesita «medidas serias de disciplina fiscal» para recuperar la confianza de los mercados. Dan propone como primer ministro al interino Ilie Bolojan y busca reforzar el apoyo a Ucrania, posición que contrasta con la retórica aislacionista de Donald Trump.
Rumanía en la encrucijada europea
Con una base clave de la OTAN y frontera con Ucrania, el país aspira a tener «una voz más fuerte» en la UE, según la analista Otilia Nuțu. Dan impulsará la confiscación de activos rusos para financiar la defensa ucraniana, aunque su mayor desafío interno es combatir la corrupción política, percibida como endémica por la ciudadanía.
Herencia de desencanto y divisiones
La democracia rumana sufrió un golpe tras la anulación de las elecciones de 2024 por presunta injerencia extranjera. Partidos tradicionales como el PSD y el Partido Nacional Liberal (PNL) son vistos como «corruptos y oportunistas», según expertos locales. Dan llega con el mandato de reformar ese sistema.
Un camino cuesta arriba
La estabilidad del nuevo gobierno dependerá de su capacidad para negociar con fuerzas parlamentarias fragmentadas. Los mercados y Bruselas esperan señales claras de ajuste fiscal, mientras la sociedad demanda transparencia tras años de crisis institucional.