Guardería de petitas de río busca padrinos para salvar la especie
1.500 huevos robados y liberación retrasada por inundaciones. Ocho guardaparques protegen a estas tortugas en la Reserva de la Biósfera de Beni sin apoyo estatal. La campaña de apadrinamiento busca cubrir los gastos de conservación.
«Nodrizas de caparazón: 115 días de cuidado intensivo»
Los guardaparques custodian los huevos durante 70 días de incubación y 45 días más hasta que las crías endurecen su caparazón. «Cuando nacen miden solo 5 centímetros y son vulnerables», explica Marcos Uzquiano, jefe de protección. El proceso se realiza en una playa artificial con piscinas improvisadas y vigilancia permanente.
Robos e incendios: amenazas constantes
Durante los incendios forestales del año pasado, se robaron 1.500 huevos. Los nativos chimanes los consumen o venden en San Borja (Bs 1 por huevo). La reserva promueve que las comunidades incuben los huevos a cambio de padrinos que financien su conservación.
«Bs 20 para ser padrino: el costo de salvar una peta»
El proyecto, sin financiamiento público, depende de donaciones. El padrinazgo subió de Bs 10 a Bs 20 por la inflación. Los fondos cubren combustible para patrullajes, alimentos (camotillo) y mantenimiento de la playa artificial. En 2024, una comunidad chimán logró incubar 381 crías gracias al programa.
Liberación pospuesta
Este año, las inundaciones retrasaron la suelta prevista para enero. Las 800 petitas restantes serán liberadas el 5 de junio, Día del Medioambiente, para evitar que las corrientes las arrastren.
Tres décadas de resistencia ecológica
El Proyecto Quelonio opera hace 30 años en Beni, donde la peta de río es clave para el equilibrio ecológico. Los guardaparques, con salarios de Bs 4.200, patrullan los ríos Maniqui y Yacuma para rescatar nidos. Uzquiano fue reincorporado en 2025 tras un amparo por denunciar caza ilegal de jaguares.
Un QR para sumarse a la conservación
La campaña se promueve en Facebook (Fundesnap). Mientras las autoridades callan, los ciudadanos pueden escanear el código y aportar. «Es un esfuerzo por amor a la naturaleza», insisten los guardaparques.