Fundación Casari e Inter de Milán promueven desarrollo infantil mediante fútbol
El proyecto social beneficia a niños bolivianos desde 2008. La iniciativa combina educación, valores y deporte en Cochabamba, con apoyo del club italiano Inter de Milán. Buscan sponsors para garantizar su continuidad ante desafíos económicos.
«El fútbol como herramienta para formar buenos adultos»
La Fundación Casari, creada en 1995 por Massimo Casari y Verónica Urquidi, y el Inter Campus (brazo social del Inter de Milán) trabajan juntos desde 2008. «No formamos campeones, sino personas íntegras», enfatiza Casari. El programa opera en Irpa Irpa, Ciudad del Niño y OTB Temporal, ofreciendo entrenamientos gratuitos con equipamiento original del club italiano.
Una alianza con visión social
El Inter Campus está presente en 32 países y en Bolivia prioriza el desarrollo humano sobre el rendimiento deportivo. Este año, el entrenador Gabriele Raspelli y la coordinadora Chiara Brambilla visitaron Cochabamba para supervisar las actividades. «Los niños responden con entusiasmo al sentirse parte de algo grande», destacó Casari.
Desafíos en tiempos de crisis
La fundación enfrenta dificultades por el alza de precios y la reducción de donaciones. «El gobierno exige aumentar sueldos, pero dependemos de ayudas de Italia», explicó Casari. A pesar de ello, mantienen su compromiso con 300 niños, aunque necesitan urgentemente sponsors locales para sostener el proyecto.
Un legado que comenzó en los 90
Todo surgió cuando Casari y el padre Antonio Berta unieron esfuerzos en 1993. La fundación inició con apoyo educativo y luego integró el fútbol como herramienta lúdica, inspirada en la pasión de Casari por este deporte (heredada de su padre, Giuseppe, exarquero de Italia).
El llamado final: colaboración para el futuro
La Fundación Casari e Inter Campus buscan empresas bolivianas que apoyen económicamente a cambio de visibilidad internacional. Los interesados pueden contactar al 72714373. El proyecto demuestra que el fútbol trasciende lo deportivo, pero su supervivencia depende ahora de aliados comprometidos.