Liberales canadienses debaten poder destituir a Carney como líder
El partido votará este domingo si adopta normas para remover al primer ministro. La medida busca evitar repetir la prolongada permanencia de Justin Trudeau. Los diputados insisten en que no es un gesto contra Carney, sino una reivindicación de poder interno.
«El futuro está por determinarse»
Los parlamentarios del Partido Liberal de Canadá se reunirán este domingo en Ottawa para votar si adoptan medidas de la Ley de Reforma, que incluye la facultad de «remover al líder en cualquier momento». La iniciativa, originalmente conservadora, fue usada en 2022 para destituir al entonces líder tory Erin O’Toole. «No es personal», asegura un diputado anónimo, pero buscan evitar que se repita la era Trudeau, marcada por un liderazgo centralizado.
Heridas del pasado
La reluctancia de Trudeau a renunciar dejó secuelas en los legisladores liberales, quienes ahora buscan reequilibrar el poder entre el caucus y la Oficina del Primer Ministro. «Es un mecanismo que recuerda al líder que está ahí por el caucus», explica uno de ellos. Durante nueve años, el círculo íntimo de Trudeau fue acusado de controlar las decisiones internas.
Un voto simbólico (pero no inocuo)
La diputada quebequense Sophie Chatel defiende que aplicar estas normas a Carney sería «un gesto simbólico poderoso» que demostraría confianza en su capacidad para mantener cohesionado al partido. Sin embargo, algunos temen presiones si la votación no es secreta, especialmente sobre los diputados noveles. Carney, por ahora, evita pronunciarse: «Habrá estas votaciones», declaró.
De Trudeau a Carney: un partido en transición
La Ley de Reforma, creada en 2015 por el conservador Michael Chong, nunca fue adoptada por los liberales, en parte por su origen político. Bajo Trudeau, ministros incluso frenaban debates sobre el tema, según un diputado. Ahora, tras su victoria electoral, el partido busca garantías para evitar líderes perpetuos.
Un seguro contra futuras crisis
La votación refleja la tensión entre lealtad y autonomía en un partido que salió del gobierno pero mantuvo escaños. Aunque respaldan a Carney, los liberales quieren herramientas claras para actuar si su popularidad decae, como ocurrió con Trudeau. El resultado dependerá, en gran medida, de si el voto es secreto o no.