Bolivia enfrenta crisis cambiaria tras agotarse modelo económico
El dólar paralelo supera Bs 18 por falta de divisas y confianza. La política de tipo de cambio fijo desde 2011 y medidas recientes como el «dólar exportador» profundizaron el desequilibrio. La escasez afecta importaciones, inversiones y reservas internacionales.
«Un modelo agotado que no se adaptó»
Economistas coinciden en que la crisis es estructural. Germán Molina señala que «el tipo de cambio fijo desde 2011 se mantuvo sin disciplina fiscal ni acumulación de reservas». Claudia Pacheco añade que el «dólar exportador» de 2023 distorsionó el mercado, generando pánico bancario.
Dependencia del gas y gasto público insostenible
Fernando Romero destaca que el 50% de los ingresos por gas natural se evaporaron, dejando al país sin su principal fuente de divisas. Entre 2006-2024, Bolivia exportó $60.000 millones en gas, pero «YPFB se desinfló», afectando al Tesoro y al BCB.
Bloqueo crediticio agrava la presión
El ministro Marcelo Montenegro atribuye parte de la crisis al bloqueo legislativo de $1.800 millones en créditos internacionales. Edwin Rojas, del BCB, afirma que esos fondos hubieran elevado las reservas por encima de $5.000 millones.
Raíces en una década de decisiones
El tipo de cambio fijo desde 2011, sumado a créditos indiscriminados al Tesoro y subsidios, deterioró las reservas. En 2023, el «dólar exportador» y rumores sobre bancos como Fassil aceleraron la fuga de depósitos y la cotización paralela.
Ciudadanos pagan el costo del desequilibrio
La población enfrenta escasez de combustibles, inflación y restricciones para acceder a dólares. Sin reformas estructurales —disciplina fiscal y apertura al capital privado—, los economistas prevén un estancamiento prolongado.