Interior ordena recortes en BLM y desata conflicto interno
Un memorándum de DOGE provoca desacuerdos sobre cómo cubrir vacantes en el organismo clave para la producción de combustibles fósiles. La disputa enfrenta a altos funcionarios y empleados de carrera, mientras el departamento prepara más despidos.
«Ignoren el correo de RRHH»: la orden que dividió al BLM
El memorándum del 2 de mayo, firmado por Stephanie Holmes (enviada de DOGE a Interior), exigía que los empleados dejaran de cubrir puestos vacantes y volvieran a sus roles originales. Pero Michael Nedd, subdirector del BLM con 30 años de experiencia, instó al personal a ignorar la directiva: «El trabajo es demasiado importante», argumentó, según fuentes internas.
Impacto en la agenda energética
El BLM gestiona 245 millones de acres con recursos como petróleo, gas y minerales, clave para cumplir la promesa de Trump de aumentar la producción. Los recortes ya han dejado vacantes críticas, y empleados denuncian que asumen múltiples funciones sin compensación.
Una casa dividida
Mientras DOGE impulsa reducciones de personal, legisladores de ambos partidos critican la pérdida de capacidad operativa. La congresista Pingree (demócrata) alertó que Interior ha perdido más del 10% de su plantilla. El republicano Amodei también expresó preocupación: «No se puede exigir resultados con tantos puestos vacantes».
Reestructuración vs. caos
El secretario Burgum defiende los cambios para «eliminar burocracia» y acercar empleados al terreno. Sin embargo, fuentes del BLM describen un escenario de «personas haciendo malabares con múltiples oficinas». Incluso altos cargos asumen roles temporales, como la jefa de personal Jill Moran, que ahora cubre también minerales.
Antecedentes: DOGE y la sombra de Musk
El Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), creado bajo influencia de Elon Musk, impulsa recortes drásticos en agencias. En 2024, intentó despidos masivos en BLM, bloqueados por los tribunales. Ahora, Interior ofrece jubilaciones anticipadas y prepara una nueva reducción, mientras la falta de director en BLM —tras la retirada de la nominada Sgamma— agrava la incertidumbre.
¿Quién podrá con el trabajo pendiente?
El conflicto refleja la tensión entre la agenda de eficiencia de DOGE y las necesidades operativas del BLM. Con plazos más cortos para permisos energéticos pero menos personal, la capacidad de cumplir los objetivos de Trump queda en entredicho. Todo mientras los empleados, como dijo uno anónimo, «se están quedando sin gente».