Dólar digital cae a Bs 16 tras veto a criptomonedas en importaciones

El USDT se desplomó un 20% en el mercado paralelo tras la prohibición de su uso para comprar combustibles. La medida busca frenar la especulación en medio de la crisis cambiaria.
El Deber

Dólar digital cae a Bs 16 tras veto del Gobierno a criptomonedas en importaciones

El USDT se desplomó un 20% en el mercado paralelo tras la prohibición de su uso para comprar combustibles. La medida busca frenar la especulación en medio de la crisis cambiaria y la inflación del 15%. YPFB niega haber operado con criptoactivos, aunque fuentes del sector afirman lo contrario.

«El mercado reacciona a la medida antiespeculación»

El dólar digital bajó de Bs 20 a Bs 16.40 en horas, según plataformas como Binance. El Gobierno atribuye la caída al decreto que impide a YPFB usar criptomonedas para importar carburantes. «Había abuso con la especulación», declaró un funcionario. Sin embargo, analistas señalan que la volatilidad persiste por la escasez de dólares físicos.

¿Operó YPFB con criptoactivos?

Mientras el Ejecutivo insiste en que YPFB «nunca aplicó» el uso de USDT, fuentes del ecosistema cripto confirmaron a EL DEBER que la estatal realizó transacciones mediante intermediarios. Estas operaciones habrían sido una respuesta a la falta de divisas tradicionales.

Crisis cambiaria: el telón de fondo

Bolivia enfrenta una caída de reservas internacionales, inflación récord y desabastecimiento de combustibles. En abril, empresas estatales y privadas generaron un «movimiento inusual» con transacciones masivas de USDT, lo que disparó su precio a Bs 18. El Gobierno ahora busca estabilizar el mercado, aunque sin claridad sobre cómo resolverá el problema estructural de divisas.

¿Alivio temporal o solución?

La medida logró un descenso inmediato del dólar digital, pero la incertidumbre persiste. La economía boliviana sigue presionada por la inflación y la dependencia de importaciones. El impacto real de la prohibición se evaluará en las próximas semanas, mientras el mercado paralelo refleja el nerviosismo de los actores económicos.