Bolivia agota sus reservas de gas y enfrenta crisis energética

El ministro de Defensa, Edmundo Novillo, confirmó que Bolivia ha agotado sus reservas de gas natural y busca importar combustibles ante la escasez y protestas.
El Deber

Ministro Novillo admite que Bolivia agotó sus reservas de gas

El Gobierno busca importar combustible ante la crisis energética. El ministro de Defensa confirmó la escasez y la dificultad para mantener subsidios. La situación ha generado desabastecimiento y protestas en el país.

«No tenemos gas»: la cruda realidad energética

El ministro Edmundo Novillo declaró que Bolivia ya agotó sus reservas de gas natural y enfrenta serias dificultades para garantizar el suministro de combustibles. «Un país como el nuestro ha agotado ya sus reservas. No tenemos gas», afirmó en una entrevista televisiva. Reconoció que los nuevos pozos requerirán años para ser explotados.

Medidas urgentes y subsidios en jaque

Novillo confirmó que el Ejecutivo busca divisas «de donde puede» para importar combustibles, aunque sin detallar cifras. Justificó la continuidad de los subsidios para proteger a la población vulnerable, pero admitió presiones fiscales crecientes. El desabastecimiento de diésel y gasolina ya genera largas filas y protestas de transportistas.

Un sector en crisis estructural

La falta de reposición de reservas, la caída en producción y los subsidios insostenibles han agravado la situación. Analistas advierten que, sin decisiones inmediatas —como reactivar inversiones o revisar subsidios—, la crisis podría profundizarse. La escasez de dólares y las tensiones políticas complican el escenario.

Cuando el gas se acabó

En 2021, el Gobierno lanzó el Plan de Reactivación del Upstream (PRU) con una inversión prevista de 1.410,8 millones de dólares, pero la inversión en exploración cayó 46% en 2024. La dependencia de un modelo extractivo sin diversificación ha llevado al país a esta situación crítica.

Un futuro incierto para los bolivianos

La crisis energética impacta directamente en el ciudadano, con desabastecimiento y alza de precios. Las declaraciones del ministro reflejan la urgencia de medidas, aunque sin soluciones inmediatas. El Gobierno enfrenta el reto de evitar un colapso mayor mientras busca alternativas.