Trump usa reveses legales en deportaciones para su campaña

El presidente transforma derrotas judiciales en consignas políticas, reforzando su discurso contra inmigrantes criminales mientras tribunales bloquean sus medidas.
POLITICO
Dos hombres sentados en una mesa con micrófonos y banderas de fondo.
Dos personas sentadas en una mesa donde se observan micrófonos y papeles, con un escudo visible en la parte frontal.

Trump utiliza reveses legales en deportaciones masivas para su estrategia política

El presidente enfrenta derrotas judiciales pero las usa para reforzar su discurso contra inmigrantes criminales. Mientras los tribunales bloquean sus medidas, su equipo las presenta como obstrucción a la seguridad nacional. Ocurre en medio de una batalla legal por la deportación de siete convictos a Sudán del Sur.

«Los jueces están fuera de control»: la batalla de narrativas

Donald Trump transforma sus pérdidas judiciales en consignas políticas, acusando a los jueces de proteger a «criminales violentos». Su equipo difunde fotos de los deportados, condenados por delitos como violación o asesinato, mientras el presidente exige en redes sociales: «¡Esto debe cambiar YA!». La Casa Blanca insiste en que las deportaciones son un tema de «invasión» y seguridad, pese a las órdenes judiciales que exigen garantías procesales.

El caso de Sudán del Sur

Un juez federal, Brian Murphy (designado por Biden), ordenó detener la deportación de siete hombres a Sudán del Sur —país en guerra— por falta de tiempo para apelar. El gobierno intentó enviarlos con solo 12 horas de aviso, violando el fallo que garantiza derecho a impugnar riesgos de tortura. Ahora están retenidos en Yibuti bajo custodia de ICE.

El fracaso de la Ley de Enemigos Extranjeros

Trump invocó esta ley de 1798 para deportar venezolanos a una prisión en El Salvador, pero los tribunales la consideraron inconstitucional. Jueces de distinto signo político, como Clay Land (designado por Bush), han subrayado que «los derechos constitucionales no se racionan», incluso para los «más repulsivos». La Corte Suprema también exigió más garantías procesales, aunque dejó abierta la puerta a futuras acciones.

Un discurso contra el sistema

Desde 2024, Trump ha intentado ampliar su autoridad ejecutiva en inmigración, chocando con el poder judicial. Sus asesores esperan que la Corte Suprema valide finalmente su enfoque, pero las derrotas acumuladas han fortalecido derechos de los migrantes en procesos de deportación.

El mensaje prevalece sobre los hechos

Mientras los tribunales frenan sus medidas, Trump logra mantener en el debate su narrativa de «invasión migrante». El caso de los siete deportados —y su tratamiento mediático— muestra cómo el conflicto legal alimenta su estrategia de campaña, aunque las sentencias sigan limitando su margen de acción.