Trump fuerza acuerdo en el Congreso para aprobar megaproyecto republicano
El presidente logra doblegar a disidentes del Freedom Caucus tras un tenso enfrentamiento. El paquete, que incluye recortes fiscales y prioridades de gasto, avanza hacia su votación en la Cámara Baja este jueves.
«Enough is enough»: el día que Trump perdió la paciencia
El martes 21 de mayo, Donald Trump abandonó abruptamente una reunión en la Casa Blanca tras reprender al congresista Andy Harris, líder del Freedom Caucus, por «hacer grandilocuencias» en lugar de apoyar el proyecto. «Vas a hundir esta ley y tendremos el mayor aumento de impuestos de la historia», le espetó, según testigos.
La gota que colmó el vaso
Harris había desafiado públicamente al presidente tras una reunión previa en el Capitolio, afirmando que los disidentes estaban «lejos de un acuerdo». Trump, obsesionado con los medios, interpretó esto como una traición a su llamado a la unidad republicana.
De la rebelión a la rendición en 24 horas
A pesar de inicialmente resistirse, los conservadores votaron a favor del proyecto menos de un día después del altercado. El paquete mantuvo sus parámetros fiscales originales (recortes de 1.5 billones de dólares) e incluso conservó incentivos a energías limpias de la era Biden que los disidentes rechazaban.
Las migajas del acuerdo
Como concesión, la Casa Blanca prometió acelerar requisitos laborales para Medicaid y estudiar órdenes ejecutivas sobre este programa. Sin embargo, fuentes cercanas a Trump aseguran que estas medidas ya estaban planeadas, minimizando las supuestas «victorias» de los rebeldes.
Antecedentes: un partido dividido frente a las elecciones
El Freedom Caucus lleva semanas presionando por mayores recortes, mientras republicanos moderados defendían deducciones fiscales estatales. Trump, necesitado de una victoria legislativa antes de los comicios de medio término, optó por forzar un cierre rápido, usando su influencia personal para unificar a su bancada.
Próxima parada: el Senado
El proyecto avanza ahora a la Cámara Alta, donde podría sufrir modificaciones. Aunque algunos disidentes como Chip Roy prometen «líneas rojas» en la siguiente fase, pocos creen que mantendrán su resistencia tras la demostración de fuerza presidencial.