García Linera rechaza diálogo con Morales y Arce por considerarlos «aburridos»
El expresidente boliviano afirma que evita hablar con sus exaliados políticos. En una entrevista en Argentina, criticó la gestión del MAS y propuso medidas económicas alternativas. Sus declaraciones surgen tras especulaciones sobre su influencia en la candidatura de Andrónico Rodríguez.
«Me aburren los dos»: un alejamiento con polémica
Álvaro García Linera, exvicepresidente de Evo Morales, declaró que «no quiere hablar» con Morales ni con Luis Arce porque «le aburren». Aseguró que, desde su retiro de la política activa, busca «posicionar debates» sobre temas como el control del comercio exterior y subsidios estatales. «La gente está decepcionada de las acusaciones entre compañeros», añadió.
Acusaciones y vínculos políticos
En semanas recientes, se señaló a García Linera de influir en la candidatura de Andrónico Rodríguez, actual líder cocalero, tras la inclusión de Mariana Prado (su exjefa de gabinete) en el binomio. El exmandatario evitó referirse directamente al caso, pero insistió en que «eso solo importa a los activistas».
Propuestas en medio de la crisis
Pese a reconocer problemas económicos en Bolivia, García Linera defendió mantener subsidios a carburantes, aumentar impuestos a «los ricos» y conservar empresas públicas. Criticó la gestión del MAS, aunque no detalló responsabilidades concretas.
De la guerrilla a la división interna
García Linera, figura clave en los gobiernos del MAS (2006-2019), fue aliado de Morales hasta su renuncia en 2019 durante la crisis política. Ahora, sus declaraciones reflejan tensiones internas en el oficialismo, mientras el país enfrenta desaceleración económica y disputas por el liderazgo partidario.
Un debate que sigue en la sombra
Las palabras del exvicepresidente reavivan contradicciones dentro del MAS, sin ofrecer soluciones concretas. Su distanciamiento de Morales y Arce marca un nuevo capítulo en la pugna por el relato del proyecto socialista en Bolivia.