Graciela Iturbide gana el Premio Princesa de Asturias de las Artes 2025

La fotógrafa mexicana es reconocida por su obra «hipnótica» en blanco y negro. El jurado destacó su mirada antropológica centrada en comunidades indígenas y naturaleza. Con 83 años, suma medio siglo de trayectoria internacional.

«Un ritual entre lo poético y lo documental»

Iturbide, nacida en Ciudad de México en 1942, ha retratado la realidad social con un estilo simbólico. Su serie más celebrada es la de las mujeres de Juchitán (Oaxaca), donde convivió largo tiempo. «Fotografío cuando me sorprendo», declaró en 2018. Entre sus obras icónicas destaca Nuestra Señora de las Iguanas (1979).

De México al mundo

Tras formarse con Manuel Álvarez Bravo, documentó pueblos indígenas por encargo del Instituto Nacional Indigenista. Su trabajo se expandió a Cuba, India o Madagascar, siempre en blanco y negro: «El color me parecía Disneylandia». Ha expuesto en el Pompidou, el Getty Museum y la Fundación Mapfre.

Un legado con alas

Autora de libros como Pájaros (2002) o la serie sobre el baño de Frida Kahlo, suma premios como el Hasselblad (2008). Su vida inspiró la novela gráfica Iguana Lady, donde se la define como alguien que «no ha dejado de volar».

De Medallas a Iguanas

Iturbide rompió estereotipos como mujer fotógrafa en los setenta. Criada en un entorno conservador, su divorcio la llevó a la pobreza antes de encontrar su vocación. El jurado del premio incluyó a figuras como Isabel Muñoz y Claude Bussac, entre 49 candidaturas de 19 países.

Vuelo eterno

El galardón consolida su influencia global, con obras que fusionan mito y realidad. Su técnica analógica y temática social siguen marcando referentes en la fotografía contemporánea.