Gran apagón eléctrico paraliza la península ibérica durante 12 horas
El 28 de abril de 2025, un colapso en la red eléctrica dejó sin suministro a gran parte de España. El corte, iniciado a las 12:30 y extendido hasta la madrugada, reveló vulnerabilidades en la gestión de energías renovables intermitentes. Expertos señalan tres lecciones clave para evitar futuros fallos.
«La electricidad es el alimento de la economía»
El físico Francesco Zaratti destaca que el apagón demostró la dependencia crítica de la vida moderna hacia la energía eléctrica. Durante el incidente, el 70% del consumo provenía de fuentes renovables intermitentes (solar y eólica), mientras que las centrales «en firme» (termo e hidroeléctricas) estaban apagadas por su mayor costo. «Las oscilaciones de las renovables saturaron la red», explica.
Lecciones técnicas
Primera lección: clasificar las energías por su predictibilidad, no solo por su origen. Segunda: las renovables intermitentes requieren redes robustas y sistemas de almacenamiento para evitar colapsos. Tercera: la falta de interconexión con Europa impidió un rescate rápido de la red española.
Impacto en usuarios y empresas
La generación distribuida (paneles solares domiciliarios) también falló al desconectarse por seguridad, dejando sin opción a quienes dependían de ella. «La expectativa de autonomía se frustró», subraya Zaratti.
Un menú energético desequilibrado
España priorizó energías renovables intermitentes por su bajo costo, pero sin invertir suficiente en estabilizar la red. El autor compara el sistema con una dieta desbalanceada: «Las renovables son saludables pero estacionales; las no renovables, como comida rápida, siempre disponibles».
Advertencia para Bolivia
El texto alerta sobre la necesidad de diversificar la matriz energética boliviana ante el agotamiento del gas. Propone combinar renovables «en firme» e intermitentes, con apoyo de termoeléctricas y gestión digitalizada. Critica la falta de apertura al capital privado para modernizar el sector.
Luces y sombras de la transición
El apagón ibérico evidencia que la transición energética exige planificación técnica y financiera. Mientras España corrige sus fallos, Bolivia enfrenta el reto de evitar errores similares en su propio camino hacia las renovables.