El Tribunal Supremo de EE.UU. permite a Trump despedir a reguladores laborales
El alto tribunal avala el despido de dos miembros de agencias laborales nombrados por Biden. La decisión, con disenso de los jueces liberales, no resuelve definitivamente el poder presidencial para remover funcionarios. El caso continuará en tribunales inferiores.
«El presidente puede actuar, pero con límites»
El Tribunal Supremo autorizó a Donald Trump a despedir a Gwynne Wilcox (presidenta de la NLRB) y Cathy Harris (miembro de la MSPB), pese a leyes que protegen su independencia. La mayoría conservadora consideró que Trump tiene «probabilidad de demostrar» su derecho constitucional a removerlos. Los tres jueces liberales disintieron, argumentando que el fallo ignora la voluntad del Congreso.
¿Y la Reserva Federal?
El tribunal aclaró que su decisión no aplica automáticamente a la Reserva Federal, a la que calificó como una entidad «única y cuasi-privada». Esta precisión busca calmar temores sobre la estabilidad de la institución financiera.
Un pulso entre poderes
Trump despidió a Wilcox y Harris en las primeras semanas de su segundo mandato. La NLRB supervisa derechos laborales en empresas privadas, mientras que la MSPB protege a empleados federales. Tribunales inferiores habían bloqueado inicialmente los despidos, citando leyes que limitan la remoción de estos cargos.
La batalla legal continúa
El fallo responde a una apelación de emergencia, pero no resuelve el fondo del debate. La disputa continuará en cortes inferiores sobre si las restricciones legales violan la autoridad presidencial. La jueza Elena Kagan criticó que la decisión «revise precedentes de 90 años» sin argumentación detallada.
Independencia bajo escrutinio
Desde 1935, el Congreso ha creado agencias «independientes» con mandatos fijos para evitar injerencias políticas. Trump ha argumentado que estas limitaciones vulneran su control sobre el poder ejecutivo. El Tribunal Supremo ha ampliado recientemente la facultad presidencial para remover funcionarios.
Un precedente con matices
La decisión refuerza temporalmente el poder de Trump, pero deja abierta la puerta a futuros litigios. El equilibrio entre independencia institucional y control presidencial seguirá en debate, especialmente en agencias clave como la Reserva Federal.