Ministro Siles insta a jueces a no ser «mercenarios» y garantizar elecciones
El Gobierno boliviano exige al Senado aprobar la ley de preclusión electoral esta semana. En medio de recursos judiciales que amenazan los comicios del 17 de agosto, el ministro de Justicia pidió a las autoridades judiciales «hacer lo correcto».
«No se conviertan en mercenarios de la justicia»
El ministro César Siles acusó este jueves a algunos jueces de «obstaculizar las elecciones» mediante recursos judiciales. «Pongan su granito de arena para que se realicen los comicios», exigió, recordando advertencias previas del Tribunal Supremo y Constitucional. El Tribunal Supremo Electoral (TSE) enfrenta 10 demandas que, según el vocal Tahuichi Quispe, buscan «tumbar en mesa a algunos partidos».
Presión al Senado
Siles urgió a la Cámara de Senadores, presidida por el candidato Andrónico Rodríguez, a «pronunciarse ahora» sobre la ley de preclusión ya aprobada por Diputados. El senador oficialista Félix Ajpi confirmó que el proyecto está en la Comisión de Constitución, mientras el opositor Enrique Urquidi (Comunidad Ciudadana) exigió su aprobación «esta misma semana».
Elecciones bajo amenaza legal
Tras el registro de candidaturas, los recursos judiciales han generado incertidumbre sobre la celebración de las elecciones del 17 de agosto. El TSE insiste en que la ley de preclusión —que blindaría el proceso— es clave para evitar interferencias. La norma modifica las leyes del Órgano Electoral y del Régimen Electoral.
Un pulso institucional recurrente
Bolivia vive un escenario similar a crisis electorales anteriores, donde disputas legales retrasaron o complicaron comicios. El actual Gobierno denuncia una estrategia para inhabilitar candidaturas mediante demandas, mientras la oposición cuestiona el uso de leyes para «proteger» al oficialismo.
El reloj corre para agosto
La viabilidad de las elecciones depende ahora de la rapidez del Senado y de que los tribunales no admitan más recursos dilatorios. El ministro Siles aseguró que el Ejecutivo hará «todos los esfuerzos» para garantizar los comicios, pero advirtió que «sin preclusión, el riesgo persiste».