Líder del PCC detenido en Bolivia tenía protección policial

Marcos Roberto de Almeida, alias 'Tuta', líder del PCC, fue arrestado en Santa Cruz con ayuda de un mayor de la Policía. Vivía en Bolivia desde hace una década con documentos falsos.
unitel.bo
Un hombre sentado en el maletero de un vehículo rodeado de agentes de seguridad con chalecos.
Imagen que muestra a un hombre detenido y sentado en el maletero de un vehículo, rodeado por varios agentes de seguridad con chalecos que tienen inscripciones en la parte posterior.

Líder del PCC detenido en Bolivia contaba con protección policial

Marcos Roberto de Almeida, alias ‘Tuta’, fue arrestado en Santa Cruz con apoyo de un mayor de la Policía. El capo del Primer Comando Capital (PCC) ingresó al país por Paraguay y vivía en Bolivia desde hace una década. Fue entregado a Brasil tras ser identificado por Interpol al renovar su cédula falsa.

«La misma red de protección que Marset»

La criminóloga Gabriela Reyes afirmó que el líder del PCC gozaba de «la misma red de protección con la que contaba Sebastián Marset», refiriéndose al narcotraficante uruguayo que también evadió captura en Bolivia. Reyes destacó que un mayor de la Policía, identificado como Gabriel Soliz, escoltaba a ‘Tuta’ durante su visita al Servicio General de Identificación Personal (SEGIP).

Captura en el SEGIP

El sistema de identificación detectó que alias ‘Tuta’ tenía «sello rojo de Interpol» al intentar renovar su cédula falsa. Videos muestran al capo ingresando al edificio acompañado de un escolta y saludando con un abrazo al mayor Soliz. La criminóloga insistió en investigar estos vínculos.

Antecedentes del caso

El líder del PCC vivía en Santa Cruz desde hace 10 años y habría ingresado a Bolivia por Paraguay. Su caso se compara con el de Marset, quien también denunció ayuda policial antes de fugarse. La detención ocurrió en medio de crecientes denuncias sobre infiltración criminal en instituciones bolivianas.

Un capo entregado, pero preguntas pendientes

La entrega de ‘Tuta’ a Brasil cierra su caso judicial en Bolivia, pero deja en evidencia posibles complicidades policiales. Las autoridades aún deben explicar cómo un criminal buscado por Interpol operó durante años con documentos falsos y protección.