Reino Unido prueba castración química para agresores sexuales en 20 prisiones
El Gobierno británico lanza un programa piloto para reducir la reincidencia. La medida, cuestionada por derechos humanos, forma parte de una reforma penitenciaria que incluye liberaciones anticipadas y nuevos centros.
«Controlar la excitación problemática y las causas psicológicas»
La ministra de Justicia, Shabana Mahmood, anunció que el programa combinará medicación para inhibir la libido con terapias psicológicas que aborden «el poder y el control» como motivos de las agresiones. El informe propone que, en algunos casos, el tratamiento sea obligatorio, siguiendo modelos como el de EE.UU.
Reforma para descongestionar cárceles
El plan incluye: – Liberación condicional anticipada para delitos menores. – Tres nuevas prisiones y 700 millones de libras anuales para libertad vigilada. – Un sistema de «progresión ganada» con tres etapas, desde custodia estricta hasta supervisión limitada.
Otras medidas clave
El informe del exministro David Gauke sugiere: – Priorizar multas o prohibiciones (viajar, conducir) frente a penas cortas. – Expandir tribunales especializados en violencia doméstica. – Deportar más delincuentes inmigrantes.
Un sistema al límite
El Gobierno laborista heredó cárceles saturadas tras años de aumento de encarcelamientos. La reforma busca alternativas al modelo actual, criticado por su escasa rehabilitación.
¿Efectividad o controversia?
El éxito del programa piloto determinará si la castración química se extiende. Mientras, las críticas apuntan a su ética y a si realmente reduce la reincidencia.