Administración Trump prohíbe a Harvard matricular estudiantes extranjeros
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) revocó la certificación de Harvard para el Programa de Estudiantes e Intercambios (SEVP). La medida, anunciada el 22 de mayo de 2025, afecta a más de 6.700 estudiantes internacionales, que deberán transferirse para mantener sus visas. El gobierno acusa a la universidad de no cumplir con solicitudes de información sobre «actividades ilegales».
«Harvard tuvo oportunidad de hacer lo correcto y no lo hizo»
La secretaria del DHS, Kristi Noem, afirmó en un comunicado que la universidad «fomenta la violencia, el antisemitismo y coordina con el Partido Comunista Chino». La decisión impide que Harvard inscriba a estudiantes con visas F o J para el año académico 2025-2026. «Que esto sirva de advertencia a otras universidades», añadió Noem.
Impacto inmediato en la comunidad académica
Harvard calificó la medida como «ilegal y retaliatoria», asegurando que perjudica su misión educativa. Un portavoz declaró que están «trabajando para apoyar a los afectados». Los estudiantes internacionales representan el 27% del total de matriculados, según datos de 2024.
Una escalada de tensiones
La administración Trump ya había retirado 2.650 millones de dólares en fondos federales a Harvard en abril y amenazado con eliminar su estatus de exención fiscal. El DHS exigió en abril registros de actividades «violentas» de estudiantes extranjeros en los últimos cinco años, incluyendo grabaciones de protestas. Harvard aseguró haber respondido «dentro de la ley», pero el DHS considera su respuesta insuficiente.
Las exigencias para recuperar la certificación
Para revertir la decisión, Harvard debe entregar en 72 horas registros disciplinarios, denuncias de amenazas y material audiovisual de protestas con participación de estudiantes extranjeros. El DHS alega que muchos de ellos son «agitadores antiestadounidenses» que crean un «entorno inseguro», especialmente para estudiantes judíos.
De las acusaciones a la batalla legal
El presidente de Harvard, Alan Garber, rechazó en una carta (ahora eliminada de su web) que los estudiantes internacionales sean «más propensos a la violencia». La universidad demandó al gobierno por el recorte de fondos y podría impugnar también esta medida. Mientras, el Departamento de Educación investiga financiación extranjera recibida por Harvard.
Un precedente con ramificaciones
La medida forma parte de una campaña más amplia contra universidades acusadas de no combatir el antisemitismo o alinearse con la política gubernamental. El DHS sugiere que podría retirar la certificación SEVP a otras instituciones, lo que afectaría a miles de estudiantes extranjeros en EE.UU.
El futuro de Harvard pende de un hilo
La resolución del conflicto dependerá de la respuesta legal de la universidad y de si cumple las exigencias del DHS. Mientras, los estudiantes internacionales enfrentan incertidumbre sobre su estatus migratorio y académico.