Trump presiona a republicanos para aprobar megaproyecto de ley
El presidente instó a su partido a unirse tras el plan que combina recortes fiscales y gasto en defensa. La visita a Capitolio buscaba frenar las divisiones internas, pero varios legisladores mantienen sus objeciones. El texto podría dejar sin cobertura médica a 7.6 millones de personas, según análisis oficial.
«No jueguen con Medicaid»: el mensaje directo de Trump
En una reunión cerrada con republicanos, el presidente advirtió a los conservadores radicales que eviten recortes adicionales al programa de salud: «No jodan con Medicaid», dijo, según testigos. A los legisladores de estados demócratas que exigen mayores deducciones fiscales (SALT), les ordenó: «Déjenlo así» y acepten la propuesta actual.
Divisiones persistentes
Andy Harris, líder del Caucus Freedom, admitió que están «lejos de un acuerdo», mientras Mike Lawler (Nueva York) afirmó: «Respeto al presidente, pero no cederé». Otros, como Ralph Norman (Carolina del Sur), pidieron tiempo para revisar las 1,100 páginas del proyecto.
Impacto en la ciudadanía
El análisis de la Oficina Presupuestaria del Congreso (CBO) reveló que 7.6 millones de personas perderían cobertura de Medicaid si se aprueba la versión actual. Los conservadores buscan recortes más profundos, especialmente en la expansión del programa bajo la Ley de Cuidado de Salud Asequible (ACA) de 2010.
Reloj en marcha para Johnson
El presidente de la Cámara, Mike Johnson, pretende llevar el texto a votación este miércoles, pero reconoció «flecos sueltos» por resolver. Trump, sin embargo, mostró impaciencia: «Soy el mayor halcón fiscal… nadie como yo», declaró a POLITICO, exigiendo unidad republicana.
Un partido fracturado, un presidente urgente
El proyecto llega en un contexto de tensiones entre alas moderadas y conservadoras del Partido Republicano, con elecciones clave en el horizonte. Trump, que prometió en campaña ampliar las deducciones SALT, ahora presiona para cerrar un acuerdo que fortalezca su agenda antes de enfrentar al Senado, donde se esperan más modificaciones.
El Senado tendrá la última palabra
Aunque la Cámara Baja avance, el texto enfrentará resistencias entre republicanos senatoriales, más reacios a recortes sociales y partidarios de mayores rebajas fiscales. Trump, no obstante, se mostró optimista: «Tienen cosas que me gustan aún más», señaló sobre las posibles revisiones.