Juez federal bloquea desmantelamiento del Instituto de Paz de EE.UU.
La administración Trump actuó de forma «ilegal» al intervenir el organismo. El fallo anula el despido de su presidente y la transferencia de bienes. El conflicto incluyó una toma policial de la sede en Washington.
«Una usurpación de poder innecesaria»
La jueza Beryl Howell declaró nulos los actos del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) y la Casa Blanca, que en febrero destituyeron al presidente George Moose y despidieron a la mayoría del personal. «Traumatizaron a empleados comprometidos que merecían mejor trato», señaló en su sentencia de 102 páginas.
La toma polémica de la sede
DOGE, con apoyo de la policía de Washington, ingresó de manera encubierta al edificio en marzo tras un enfrentamiento con empleados. Elon Musk participó en la operación, según el texto. La medida siguió a una orden ejecutiva de Trump que calificó al instituto como «innecesario».
Los argumentos legales
Howell, designada por Barack Obama, subrayó que el presidente no puede anular decisiones del Congreso, que fundó el USIP hace 40 años y lo financió hasta 2024. «Trump cuestionó el juicio de Reagan y todas las legislaturas posteriores», agregó.
Un instituto con historia
El USIP, creado en 1984 durante la Guerra Fría, es una entidad no partidista dedicada a mediar en conflictos internacionales. Funciona con fondos federales pero opera fuera del poder ejecutivo, según su estatuto.
Victoria temporal para la diplomacia
El fallo restituye provisionalmente la autonomía del USIP, aunque la administración podría apelar. La jueza enfatizó que la orden ejecutiva excedió las atribuciones presidenciales, pero no descartó nuevos intentos de reorganización.