Italia limita la ciudadanía a descendientes directos para frenar solicitudes
La nueva ley restringe el derecho a hijos y bisnietos de italianos nacidos en el extranjero. El Parlamento italiano aprobó la medida este 20 de mayo para controlar el crecimiento del 40% de nacionalizados, especialmente en Sudamérica. La norma afecta principalmente a Argentina, Brasil y Venezuela.
«Dos generaciones como límite para el ‘Ius Sanguinis'»
El Gobierno de Giorgia Meloni limita ahora la ciudadanía a descendientes de primera y segunda generación. Solo podrán solicitarla quienes tengan un padre/madre o abuelo nacido en Italia, o si sus progenitores residieron «al menos dos años consecutivos» en el país antes de su nacimiento. «El fenómeno era particularmente significativo en Sudamérica», señala el texto.
Repercusión en la comunidad italiana en el exterior
El vicepresidente Antonio Tajani destacó que los italianos en Sudamérica pasaron de 800.000 a dos millones en 20 años. Mostró anuncios que prometían «salida laboral inmediata» con el pasaporte italiano, que permite trabajar en la UE. Argentina, Brasil y Venezuela concentran la mayoría de estos casos.
Un debate polarizado en el Parlamento
La coalición gubernamental (Hermanos de Italia, Forza Italia y Liga) defendió la ley. «La identidad no es una llave maestra para beneficios», afirmó el diputado Andrea Di Giuseppe. La oposición criticó la medida: el Partido Demócrata recordó que la «italianidad» persiste en tradiciones de países como Argentina.
Raíces en la emigración histórica
Italia aplica el ‘Ius Sanguinis’ desde el siglo XIX, atravesando dos oleadas migratorias masivas: a finales del 1800 y post Segunda Guerra Mundial. Esto explica la alta concentración de descendientes en Sudamérica, donde muchos buscan ahora la nacionalidad para acceder a la UE.
Un freno con impacto transatlántico
La ley reduce oportunidades para millones de descendientes lejanos, priorizando vínculos familiares directos. Su aplicación podría ralentizar el crecimiento de la diáspora italiana, que ya supera los 6.4 millones de personas en el mundo.