Exjefe de Fetterman rompe el código de silencio sobre salud mental
Adam Jentleson reveló que el senador dejó su medicación. El caso abre debate sobre la ética de los asistentes en Washington. Sucedió tras artículos similares sobre el declive cognitivo de Biden.
«Proteger al jefe ya no es prioridad»
El exjefe de gabinete de John Fetterman describió por primera vez sus «estados de ánimo erráticos» y el abandono de tratamientos, algo que el senador niega. «Es una ruptura inédita del código no escrito en Capitol Hill», según expertos. La filtración coincide con críticas a colaboradores de Biden por ocultar su deterioro.
Repercusión en el ecosistema político
Libros como Original Sin de Jake Tapper detallan cómo el círculo íntimo de Biden minimizó sus problemas cognitivos. Steve Ricchetti, asesor clave, fue comparado con «un jefe mafioso» por silenciar testimonios. Analistas prevén que más colaboradores romperán el silonio ante el riesgo de ser señalados.
Omertà en la capital
Históricamente, los asistentes ocultaban condiciones como las de la senadora Dianne Feinstein o la congresista Kay Granger, quien gobernó desde un geriátrico. La lealtad al empleador primaba sobre la transparencia pública, según John Lawrence, exjefe de gabinete de Nancy Pelosi.
Un nuevo paradigma en Washington
El caso Fetterman y la crisis Biden marcan un punto de inflexión. La discreción sobre salud mental ya no garantiza progreso profesional, mientras que revelar fallos sistémicos gana relevancia. Periodistas y ciudadanos exigen mayor escrutinio ante una clase política envejecida.