Embajador de EE.UU. critica prohibición canadiense de productos estadounidenses
Pete Hoekstra calificó de «insulto» la medida comercial. El diplomático advirtió que las negociaciones bilaterales dependerán de las propuestas que presente el nuevo primer ministro Mark Carney. La tensión surge tras los comentarios de Trump sobre anexar Canadá como «el estado 51».
«El balón está en su cancha»
El embajador estadounidense afirmó que la administración Trump evaluará las propuestas canadienses con un filtro estricto: «Si es una broma, irá al archivo circular». Hoekstra destacó que el presidente busca «reasignar industrias» y redefinir el acuerdo comercial más allá del USMCA vigente.
Señales clave
Hoekstra mencionó que Canadá podría mejorar su posición con compromisos en minerales críticos, defensa (alcanzar el 2% del PIB en gasto militar) y cooperación en el Ártico. Criticó duramente la prohibición de productos estadounidenses: «No hemos hecho nada parecido contra ustedes».
Un encuentro con chispa
La reunión del 6 de mayo entre Trump y Carney en la Oficina Oval mezcló tensión y humor. Mientras Trump insistió en su idea de anexión («nunca digas nunca»), Carney respondió con un firme «no ocurrirá». Hoekstra elogió la dinámica: «Ambos son hombres de negocios inteligentes».
Relación en la mira
El embajador advirtió que la diversificación comercial canadiense (hacia la UE) sería «poco ventajosa». Sobre el G7 que presidirá Canadá, señaló que EE.UU. apoyará solo declaraciones alineadas con sus intereses: «Si no hay acuerdo, está bien».
De liberación a tensiones
Hoekstra, de origen neerlandés, reconoció el histórico vínculo entre Canadá y Países Bajos por la liberación nazi en 1945. Sin embargo, subrayó que la relación actual enfrenta desafíos inéditos, desde disputas comerciales hasta diferencias en gasto de defensa dentro de la OTAN.
Un camino por definir
El futuro inmediato de las relaciones bilaterales dependerá de la propuesta formal que Canadá presente tras el discurso del trono. Hoekstra confía en que, con señales claras, se podría alcanzar un nuevo acuerdo comercial «en una mañana», pero reiteró: «El ball está en su cancha».