Transporte interdepartamental en Cochabamba opera al 5% por falta de combustible
Solo el 5% de los buses funciona debido a la escasez de carburante. Conductores pasan hasta 2 días en surtidores esperando abastecerse, mientras pasajeros enfrentan demoras y servicios irregulares. La situación se agrava por el paro de cisterneros.
«Buses paralizados en filas interminables»
Los choferes de la Terminal de Cochabamba denuncian que el 95% de las unidades no puede operar. «Pasamos entre 1 y 2 días en los surtidores antes de poder salir a las rutas», explican. La frecuencia de viajes se ha reducido drásticamente, afectando conexiones con occidente y oriente del país.
Pasajeros en alerta
Las pocas unidades que logran partir registran demoras de 1 a 2 horas. Los usuarios expresan preocupación por la irregularidad del servicio y temen que el problema empeore. Dirigentes del sector confirman que la crisis es generalizada y vinculada a la falta de suministro.
Un sistema al borde del colapso
El transporte interdepartamental en Cochabamba enfrenta históricamente problemas de abastecimiento, pero la actual escasez de combustible —agravada por el paro de cisterneros— ha llevado la operatividad a su mínimo histórico. Esta crisis impacta directamente en la movilidad de miles de bolivianos que dependen de estos servicios.
Viajar se convierte en una lotería
La situación actual deja al transporte interdepartamental en un estado crítico, con efectos inmediatos en la economía y la vida cotidiana. Mientras persista la falta de combustible, la recuperación del servicio dependerá de soluciones urgentes en la cadena de suministro.